Medioambiente

Andalucía registra más de un centenar de postes eléctricos con alta mortalidad de aves

En la comunidad todavía no se ha liberado dinero público para acometer reformas en los tendidos más peligrosos. Se estima que cada año mueren cinco millones de aves electrificadas

Las aves de mediana y gran envergadura son las más afectadas
Las aves de mediana y gran envergadura son las más afectadasLa Razón

Hasta cinco millones de aves mueren cada año por la electrocución o el impacto con los tendidos eléctricos, según estimaciones de la ONG ecologista SEO Birdlife, que ha iniciado una recogida de firmas para obligar a las compañías eléctricas a adaptar los postes donde se registra una mayor mortalidad de pájaros. En la actualidad existe, de hecho, una ley que obliga a estas compañías a modificar los tendidos más peligrosos, pero solo están obligadas a acometer estas reformas si se destina el suficiente dinero público. “Esto tiene que cambiar”, insisten desde SEO Bird Life.

“En los últimos años se han venido acometiendo algunos cambios, pero es un camino muy progresivo porque España tiene muchos kilómetros de tendidos eléctricos y, aunque la administración ha hecho inversiones, no ha sido suficiente”, expone por su parte Theo Oberhuber de Ecologistas en Acción. Esta es una de las ONG que junto a Seo BirdLife y otras tantas organizaciones ecologistas, han puesto en marcha la plataforma SOS Tendidos, para visualizar la enorme mortalidad de aves por electrocución que se produce cada año, señalar los puntos negros en el mapa y reclamar soluciones a las eléctricas.

El responsable de Ecologistas en Acción expone que en los tendidos hay dos causas principales de mortalidad en aves: electrocución y colisión. En el caso de la electrocución, se produce, sobre todo, en postes pequeños y afecta en mayor medida a aves de mediano y gran tamaño, como las rapaces y las cigüeñas. “Cuando el pájaro se posa en la torreta a veces entra en contacto con dos de las tres fases (cableado) y se produce la electrocución. La forma de evitarlo es conocida desde hace 25 años y supone una simple adaptación. Hay modelos en los que el cableado está colgando y no encima del apoyo y así se aleja la corriente de las aves”, detalla Oberhuber. Para este experto, soluciones como el revestimiento de cables no son una buena opción porque “al cabo del año, esa protección de las fases se deteriora. No es algo definitivo”.

En lo que respecta a la colisión, se produce porque los tendidos de alta tensión, en su parte superior, llevan un cable muy fino, que es la toma de tierra, invisible para las aves más grandes, que acaban chocando con él. Desde Ecologistas en Acción ponen de manifiesto que no hay estudios suficientes que permitan identificar los puntos negros así que son las organizaciones ecologistas las que van elaborando los mapas mediante recorridos de los tendidos que consideran más peligrosos, como los que se encuentran cerca de los ríos. “Con eso hacemos presión para que las empresas y las administraciones tomen medidas, aunque creemos que son las compañías las responsables ya que son las que sacan rentabilidad”.

En Andalucía, la plataforma SOS Tendidos ha identificado alrededor de un centenar de postes con una alta mortalidad. En la zona de Doñana, Reserva de la Biosfera y lugar de refugio de numerosas aves, los ecologistas han identificado dos postes donde se han producido electrificaciones, aunque no los llegan a considerar puntos negros. “Doñana fue una zona de alta mortalidad de aves hace veinte años, pero en todo en el espacio que constituye la reserva se han ido modificando tendidos, incluso se han ido tomando soluciones más caras pero efectivas, como el enterramiento de los tendidos”, expone Oberhuber. “En otras zonas que no están tan protegidas ni reciben tanta atención mediática el problema se ha obviado”, concluye.

3.600 apoyos adaptados en tres años

Mientras en otras comunidades como Extremadura si se ha liberado dinero público para acometer reformas en los tendidos eléctricos más peligrosos, en Andalucía no se ha destinado aún ninguna partida presupuestaria. Aun así, “nosotros llevamos interesándonos por la problemática y acometiendo proyectos desde finales de los 90″, afirma Luis de Lara, responsable del área de planificación y gestión de distribución de Endesa.

Entonces “se empezó a hablar de las electrocuciones del águila imperial en Doñana y Endesa, en colaboración con el CSIC y el personal del parque empezó con las reformas, desde entonces no hemos parado, siempre de la mano de la Consejería de Medioambiente”, detalla el experto.

En 2019 se firmó un convenio de colaboración con el que Endesa se comprometió a adaptar unas 500 instalaciones al año. “En estos dos años hemos adecuado 3.600 apoyos, es un tema importante para nosotros, como sector eléctrico queremos ser parte también de la solución”, apostilla de Lara. Es la consejería de medioambiente la que determina las prioridades, en función de la zona y de los puntos negros que se observen. “Este año, por ejemplo, nos han pedido dar prioridad a Jaén y Granada”, detalla el experto en la materia de Endesa.

“La mortalidad de las aves en los tendidos es un tema vivo en Endesa”, asegura. Prueba de ello son los proyectos con los que colabora Endesa para ser parte de la solución, como el Proyecto Life Eurokite para la reintroducción del Milano Real en Sierra de Aracena y Picos de Aroche y en el sur de Badajoz, gestionado por Amus, que es la asociación que desarrolla el Proyecto en España. Endesa Cofinancia, ofrece la cartografía de sus líneas en la zona y colabora adaptando instalaciones.