Espadas sigue en busca del voto rural en Andalucía y pide bajar las peonadas del subsidio agrario

Guerra mediante, se vislumbra una precampaña muy rural en Andalucía, donde se encuentra el 30% del voto. La aparición de formaciones representativas de la Andalucía vacía, principalmente en Jaén, y los movimientos por la falta de infraestructuras básicas en zonas como Huelva o Almería condicionarán en parte el tablero de juego. Espadas ya lo avisó a cuenta de la polémica con la ampliación de regadíos en Doñana, para la que se abstuvo en el Parlamento en contra del criterio del Gobierno y de la ministra Teresa Ribera, con quien discutió el tema por teléfono. «Me niego a dejarle el campo a la extrema derecha», ha llegado a proclamar Juan Espadas. Los guiños a los agricultores –sobre todo del entorno de Doñana, de entrada– vienen siendo continuos por parte de PSOE y PP desde hace meses. No en vano, Macarena Olona, posible candidata de Vox a la Junta –y que hoy reclamaba una comisaría para el Albaicín de Granada–, ha visitado básicamente las zonas rurales, con mítines en enclaves estratégicos como Lepe. El secretario general del PSOE-A, pidió al Gobierno andaluz que contemple en su paquete de medidas para el sector agrícola la reducción de peonadas para la percepción del subsidio agrario.

Espadas, en un encuentro en la Ser, defendió que la Junta incluya esta medida para hacer frente a la difícil situación que se vive el campo andaluz. La reducción de las peonadas para acceder al subsidio agrario, cuya cuantía no precisó, está «más que justificada» en la actual coyuntura. El campo se enfrenta además ahora mismo a la sequía y en la ganadería, a la gripe aviar. El líder socialista abogó por ayudar a afrontar los sobrecostes de energías y suministros en el sector agrícola. El PP también ha reforzado su cercanía al mundo rural con sus últimas decisiones, como la iniciativa de Doñana o la visita del Consejo de Gobierno a zonas rurales y/o agrícolas como Linares, Almería o Huelva. El debate sobre el mundo rural, en cualquier caso, no es nuevo y hace más de una década que el PP disputa el voto rural al PSOE. En 2018, Juanma Moreno animaba a derribar el «mito» del voto rural «propiedad» del PSOE-A. Ahora hay un tercer actor, como Vox, y una variante, los movimientos rurales que plantean presentarse a las elecciones y, sobre todo en las generales, pueden alterar significativamente el escenario.

Asimismo Espadas defendió también su preferencia por la unidad de la izquierda, asegurando que su partido está «siempre» abierto al diálogo para ser «más fuerte y opción» de gobierno. Espadas achacó la división a factores «personales y de visiones distintas» y abogó por los intereses generales y la no fragmentación «que dificulta la representación». «Si la izquierda se queda en casa tendremos un gobierno con la extrema derecha. No es una llamada al miedo, la izquierda necesita salir a la calle si quiere cambiar las cosas como está haciendo e ir a votar», señaló. Sobre la convocatoria electoral, Espadas sostiene que serán en junio y criticó los «bandazos» de Moreno en función de distintas «especulaciones».