Miércoles Santo para el lucimiento en Andalucía

La jornada de Miércoles Santo resultó brillante y multitudinaria en Andalucía. Tras un Martes Santo aciago, en el que la lluvia obligó a suspender numerosas estaciones de penitencia, el día amaneció soleado en gran parte de la comunidad autónoma. Tan solo en la zona oriental, especialmente en Granada y Almería, el cielo se nubló y aparecieron chubascos dispersos que obligaron a cancelar momentáneamente algunas salidas, como la de los Gitanos de Granada. Precisamente, en esta corporación se vivieron momentos de tensión, ya que los hermanos no aceptaban la cancelación de la estación de penitencia.

La primera hermandad en iniciar su recorrido en Sevilla fue la de la Sed, desde la parroquia de la Concepción de Nervión. Ambiente de fiesta y reencuentros en el barrio, después de dos años sin la presencia del crucificado y la Virgen de Consolación por sus calles.

El cortejo se dirigió al centro por grandes avenidas como Eduardo Dato, cediendo el privilegio del puente a la veterana cofradía de San Bernardo. Se trata de uno de los enclaves más populares de su recorrido, especialmente a la vuelta cuando los bomberos alumbran al Cristo de la Salud.

Tras el misterio de la hermandad del Carmen se estrenó la agrupación musical Pasión de Linares. Una hermandad que salió de la parroquia de Omnium Sanctorum y que cruzó la Alameda de camino a la carrera oficial. El Buen Fin, la Lanzada, el Baratillo, el Cristo de Burgos, las Siete Palabras y los Panderos completaron el Miércoles Santo sevillano, el ecuador de la Semana Santa.

En Málaga, la primera cofradía en hacer estación de penitencia fue Mediadora, con el Nazareno Redentor del Mundo y Nuestra Señora Mediadora. Otras seis hermandades se dirigieron hacia la Catedral. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, portó al Cristo de la Expiración de la hermandad de Fusionadas, que estrenó casa hermandad. Uno de los momentos clave de la jornada fue la liberación de un preso por parte de Jesús El Rico. El acto tuvo lugar en la plaza del Obispo y asistió la ministra de Justicia, Pilar Llop. Esta tradición tiene más de dos siglos y medio de historia gracias al privilegio otorgado a la cofradía por el rey Carlos III en 1759. Otra tradición de este día es que el alcalde de Madrid acompañe a la Virgen de la Paloma. Y así fue. José Luis Martínez-Almeida se integró en el cortejo, dado que el Ayuntamiento madrileño mantiene fuertes vínculos con la hermandad.

La polémica la protagonizó la hermandad de los Gitanos de Granada. El cortejo salía de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús y, al poco tiempo, le sorprendió la lluvia. Los nazarenos volvieron al templo de forma apresurada. El hermano mayor comunicó la suspensión de la procesión, mientras se conocía que la cofradía de los Estudiantes ponía su cruz de guía en la calle. La indignación de algunos hermanos fue en aumento, llegando a increpar a la junta de gobierno. Tal fue la presión que los dirigentes de la hermandad volvieron a anunciar la salida y la calle estalló de júbilo. El crucificado salió entre vítores y palmas y el cortejo tuvo que acelerar el paso para recuperar el tiempo perdido. La tarde granadina era desapacible, pero las restantes cofradías pudieron completar su recorrido con normalidad.

En Córdoba procesionaron las seis cofradías de la jornada, entre claros y nubes que no impidieron el lucimiento de los cortejos. Especialmente emotiva fue la salida de la Virgen de la Paz, que será coronada en octubre. En la plaza de Capuchinos no cabía un alfiler para contemplar la cofradía. También procesionaron la Piedad, Pasión, el Perdón, el Calvario y la Misericordia. La jornada resultó multitudinaria.