Dónde comer los mejores caracoles en Sevilla

En Sevilla existe una serie de códigos que marcan el tiempo. Al margen del calendario, el comienzo de la temporada de caracoles supone un punto álgido en la intrahistoria sevillana. Este año, después de salir “a la Gloria” de la Semana Santa y de la Feria de Abril, ahora sí, se abre la veda para la degustación de los caracoles. Las lluvias de las últimas semanas han retrasado la puesta de largo, pero ya está aquí Su Majestad de la tapa o aperitivo hispalense en la primavera -lo que quiera que dure en Sevilla- previa al verano. Fumata blanca, “habemus caracoles”. El sabor de lo efímero. La compañía ideal para una cerveza fría.

Según Historiacocina.com, la elaboración gastronómica de los caracoles tiene su origen en la antigua Roma. Como poco, fueron los primeros en documentar la receta. En el mundo se consumen unas 300 mil toneladas de caracoles y la tendencia es al alza, con datos de 2018. Los principales exportadores son China, Croacia, Turquía y Marruecos. Los países donde más se consumen son España, Francia e Italia.

Cervecería Pepe Cruz ‘Casa Pepito’

En la calle Previsión se pueden servir más de 100 kilos de caracoles al día. Especias, ajo y hierbabuena.

El Tremendo

También en la calle Previsión. Pimienta blanca mejor que negra.

Bodega Umbrete

En el Pumarejo, calle San Luis. Con un toque de ajo e hierbas aromáticas y picante.

Bodega Camacho Mariano

También en el Pumarejo, la combinación perfecta de caracoles y cerveza.

El Cateto

En la calle Sinaí. Picantes. Y la cabrilla, en salsa.

Lolo

El antiguo Kiki. En la calle Esperanza de la Trinidad. Picante y con el caldo claro.

Los Caracoles

En La Alfalfa. Sin aditivos, apto para celíacos.

El Rey de los Caracoles

En Santas Patronas. También, cabrillas en salsa.

Casa Diego

En Santa Cecilia, Triana. Uno de los templos de los caracoles en Sevilla. Comino, cilantro, guindilla y ajo machado.

Casa Ruperto

En Triana, no sólo de pajaritos -famosos en este bar- vive el hombre.