"Méritos e infamias"

Beatles en el asilo

“Además de la denuncia por las condiciones deplorables en la que viven él y sus compañeros en la maldita residencia, Mariano tuvo la habilidad de zarandearnos”

La gestión de las residencias de ancianos, de nuevo en el punto de mira.
La gestión de las residencias de ancianos, de nuevo en el punto de mira.GENERALITAT VALENCIANAGENERALITAT VALENCIANA

Mariano, el héroe que esta semana le ha sacado los colores a los políticos y al resto de nosotros nos ha llenado de vergüenza, tiene 80 años. Para que se hagan cargo de la generación a la que pertenece podemos decir que es del curso de Paul McCartney. Vamos, la gente que hace más de cincuenta años decidió cambiar el mundo en blanco y negro por uno mejor para todos nosotros. Parece que no lo consiguieron y a la vista está, pero Mariano seguro que también lo intentó, a su manera, como muchos otros que se partieron la cara anónimamente y ahora son apartados simplemente porque son viejos, molestos y no tan ricos como el ex Beatle. Ellos son los niños que se comieron con patatas la II Guerra Mundial, la escasez de la postguerra, los que vivieron el sueño de la libertad en los setenta y asentaron un modelo social de éxito en los ochenta. El resto de la película se la ahorro porque ya saben cómo empezó, seguro que tienen claro el final que nos espera. Además de la denuncia por las condiciones deplorables en la que viven él y sus compañeros en la maldita residencia, Mariano tuvo la habilidad de zarandearnos para que no olvidemos que nada en esta vida es gratuito, que los derechos te los quitan en un segundo y que sentados en el salón de casa no nos van a hacer ni puñetero caso. Además, entiendo, les recordó a los concejales de su Ayuntamiento para quién se supone que trabajan y por qué cobran todos los meses un jugoso sueldo. El aviso también va para toda una clase política empeñada en agitar el discurso que mejor les encaja para mantener su modo de vida pero que es incapaz de arreglar el lío del CGPJ, atajar los efectos de la sequía, mejorar la sanidad pública, acabar con la inflación, reducir los niveles de desempleo, etc. Sin más monsergas, ni discursos: pónganse a trabajar para que personas como Mariano no tengan ni que sufrir su desidia ni nosotros abochornarnos por ella. ¿Lo entienden?