La lluvia no cubre las necesidades hídricas de Almería

Las precipitaciones acumuladas desde comienzos de diciembre, y especialmente tras la llegada de la borrasca Efraín a Almería, han mejorado notablemente las reservas hídricas de una provincia que sigue sin solventar una sequía estructural que afecta, sobre todo, a la comarca del Almanzora. Aunque las lluvias recogidas aseguran para el Poniente «agua suficiente para regar 1.000 hectáreas de invernadero durante toda una campaña agrícola», según afirmó el presidente de la Federación de Regantes de Almería (FERAL), José Antonio Fernández, otros puntos cardinales como el norte y el levante provincial mantienen en riesgo modelos de cultivo como el del cereal o el de los cítricos. Si el pantano de Benínar ha doblado sus reservas hídricas en tan solo una semana, el embalse de Cuevas de Almanzora no ha engordado tanto su almacenamiento, mientras los regantes de la zona lamentan la pérdida de «prácticamente el 50% del agua que estaba viniendo cada año del trasvase Tajo-Segura».

Con estos últimos temporales la agricultura intensiva, que tenía ya prácticamente garantizado el suministro gracias a las aportaciones de agua desalada, podrá ampliar los sondeos y ahorrar costes de producción. Desde FERAL explican que la comarca de Poniente, donde se concentra la mayor parte de la superficie invernada provincial, ha recibido «agua suficiente como para recoger para el riego y dar beneficios, con un ahorro aproximado del 5% del consumo». Estiman el valor tanto «para la economía como a nivel medioambiental» de estas lluvias, porque también «recargan los acuíferos, facilitando su recuperación». Un horizonte hídrico optimista que no se comparte, sin embargo, a tan solo unos kilómetros y en la comarca del Almanzora, pese a que allí se ubica el mayor pantano de Almería.

La consejera de Agricultura, Carmen Crespo, matizó sobre las últimas precipitaciones acumuladas que «son un alivio, pero tenemos que seguir con un cuidado especial en el uso del agua. En Almería sabemos el valor de cada gota de nuestro abastecimiento». Precisamente, ese «aprovechamiento» de los recursos hídricos es uno de los argumentos clave de la administración andaluza para la defensa del trasvase Tajo-Segura, que contempla un drástico recorte en los volúmenes transferidos a territorio almeriense tras el Consejo Nacional del Agua celebrado el pasado 29 de noviembre. La responsable de Agua del Gobierno regional reivindica, junto a otros representantes públicos de las administraciones de Murcia y Alicante, la paralización de actuaciones que «no responden a informes actualizados de las cuencas y que suponen un grave perjuicio económico y social».