Sucesos
La Asociación de Tropa y Marinería Española denuncia "presiones" a compañeros de los soldados fallecidos en Cerro Muriano
Defiende que el caso se quede en la Justicia Ordinaria y no en el Tribunal Militar, como ha dictaminado el juez instructor
El presidente de la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), Marco Antonio Gómez, ha advertido este miércoles de "presiones" a soldados compañeros de los dos militares muertos en diciembre en unas maniobras en un lago de la base de Cerro Muriano, sede de la Brigada 'Guzmán el Bueno' X, y ha aclarado que los castigos son "ilegales y están prohibidos", después de que supuestamente unos 20 militares de los 60 que iban a hacer las maniobras llevaban sobrecarga en sus mochilas, entre ellos el soldado Carlos León Rico, de 24 años y natural de El Viso del Alcor (Sevilla), que falleció en el acto junto al cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, de 34 años de edad y natural de Adamuz (Córdoba).
En una entrevista con Canal Sur Radio, recogida por Europa Press, el presidente de ATME ha mandado sus "condolencias a las familias" y ha defendido que "el caso se quede en la justicia civil", porque "presuntamente, y ya se han dado casos, como lamentablemente un compañero de Almería, existe un corporativismo dentro de la justicia militar y las sanciones suelen ser más benévolas", ha subrayado.
Por tanto, "para evitar eso, somos partidarios de que vaya a la justicia civil", ha expuesto, razonando que "mientras estemos en zona nacional y no en zona de operaciones, que es más complicado, tenemos que ser juzgados como cualquier ciudadano", y que sea "un juzgado civil, para que lo que tenga que ocurrir ocurra sin ningún tipo de injerencia por parte de cuadros de mando que juzgan a propios militares", ha agregado.
Tras enfatizar que "hay que andar con mucha precaución y respetar siempre la investigación", Gómez ha apuntado presuntamente a "una serie de fallos en cadena que propiciaron el grave desenlace de los dos compañeros", como que "la línea de vida no era la adecuada, sino una cuerda mal puesta, cuando una línea de vida tiene que ir con un montaje especializado por personal especializado"; que "no hubiese una Zodiac o balsas para que en un momento alguien se pudiese agarrar si no podía terminar de nadar o flotar"; que "la ambulancia estuviese a una distancia adecuada para socorrer al personal en ese momento".
Al respecto, ha manifestado que "el cúmulo de situaciones que se dieron agravaron la situación, añadida además a que el capitán en ese momento si vio que las condiciones no eran las idóneas, podía haber perfectamente suspendido el ejercicio, informando a su cadena de mando orgánica", porque "si las inclemencias del tiempo y la situación del personal no era las adecuadas podía perfectamente haber suspendido el ejercicio", ha aseverado.
En este caso, ha explicado que "los programas de instrucción vienen por la cadena orgánica de la Unidad a nivel Brigada, que aprueba una serie de protocolos de actuación en las maniobras y luego se desarrollan dentro de las unidades", pero "no pueden entrar desde arriba al mínimo detalle de lo que se pueda hacer en ese tipo de ejercicio".
De este modo, ha indicado que "son las unidades orgánicas las dependientes de ese ejercicio en ese programa de instrucción las que desarrollan dentro de lo ya marcado". "Una vez que ya lo tienen marcado, automáticamente cuando uno va de maniobras puede haber pequeños detalles que se pueden modificar sobre la marcha, pero no se puede modificar sustancialmente el ejercicio en sí", ha precisado el presidente de ATME.
Así, Gómez ha declarado que "en ese momento, el máximo responsable es el capitán", puntualizando que "el mando no se delega y es responsabilidad del mando para lo bueno y para lo malo", de manera que "si allí no había ningún mando superior, el jefe era el capitán y no puede haber otra línea de actuación".
Los castigos
Preguntado por si había castigo en estas maniobras, el dirigente de ATME ha señalado que "hay que ser muy cautelosos", aunque ha aclarado que "los castigos físicos dentro de las Fuerzas Armadas son ilegales y están terminantemente prohibidos". "Partiendo de esa base, hay una línea muy delgada y muy complicada de demostrar, que es separar la instrucción de un castigo físico", ha señalado.
Como ejemplo, ha citado que han tenido "denuncias en casos de compañeros donde han tenido abuso de autoridad, con abuso de ejercicio físico", pero "es muy complicado", a la vez que ha comentado que "la mayoría de los soldados aceptan castigos, entre comillas, no implícitos en la orden, porque no quieren que les arresten por miedo", de modo que "se hace por miedo", porque "el arresto a un chico es quitarle su libertad" o "una sanción administrativa, que agrava todavía más" ante "los salarios de auténtica vergüenza", ha reprochado.
En este sentido, si hubo un lastre en la mochila de los soldados que hacían las maniobras el día 21 de diciembre, "lo tendrá que determinar la investigación", pero "si fue un castigo, eso está terminantemente prohibido y es ilegal", ha remarcado.
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