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Agricultura

«El campo no puede pagar los errores de Pedro Sánchez»

La eurodiputada Carmen Crespo impulsa un dossier crucial para blindar la PAC frente a posibles recortes

Carmen Crespo, en el Parlamento Europeo La Razón

La eurodiputada andaluza del Partido Popular Carmen Crespo ha dado la voz de alarma desde el Parlamento Europeo sobre la amenaza que se cierne sobre el modelo actual de la Política Agraria Común (PAC). En declaraciones a LA RAZÓN, la exconsejera alerta de la posible creación de un «fondo único» europeo que integre todos los recursos –PAC, cohesión, pesca, Fondo Social, etc.– en un único paquete nacional, lo que, a su juicio, «pondría en riesgo los pilares básicos de la alimentación y del campo europeo».

«La PAC representa un tercio del presupuesto europeo. No podemos permitir que se diluya en una mezcla con otros fondos ni que se utilice para tapar los errores en la gestión de los Next Generation», advierte. Crespo, que ha asumido en tiempo récord el liderazgo del nuevo dossier PAC –uno de los más importantes del Parlamento Europeo–, ha adelantado su tramitación al próximo 7 de julio. El objetivo: consolidar una defensa clara de los dos pilares tradicionales de la PAC (pagos directos e innovación) y evitar su absorción en el nuevo marco financiero plurianual que ya se está negociando en Bruselas.

Una de las críticas más duras de Crespo se dirige al Gobierno de Pedro Sánchez. «Vamos a pagar los intereses del 20 % de los fondos Next Generation que no se han ejecutado ni se han destinado a los grandes problemas del país, como el agua o el campo. La agricultura y la pesca no se han beneficiado prácticamente de nada», subraya. A su juicio, existe una «evidente mala gestión» de esos recursos por parte del Ejecutivo, y teme que Europa pretenda ahora «tapar el agujero» sacrificando políticas clave como la PAC o el Fondo de Pesca, y incrementado el presupuesto para defensa pactado ya en la OTAN con muchos socios.

«Ni la agricultura, ni la pesca ni el agua –infraestructuras hidráulicas– se han visto especialmente beneficiadas. No queremos que el campo pague los errores en ejecución de esos fondos por parte del Gobierno, por parte de Sánchez, un sector que ha tenido un comportamiento realmente bueno en su ejecución», dice Crespo.

Votación clave el 7 de julio

A expensas de la aplicación que el Ministerio de Agricultura tendría que hacer después –ya se confirmó que el Reglamento de Luis Planas suponía un recorte de 100 millones de euros al año para los perceptores andaluces–, la comunidad de Andalucía sería una gran beneficiada si se aprueba el texto el 7 de julio. La votación será «crucial», según Crespo. De salir adelante, supondría «una victoria para España, para Europa, y especialmente para Andalucía», que podría liderar una nueva etapa de modernización agraria con fondos destinados a innovación, relevo generacional, sostenibilidad hídrica y etiquetado de calidad. «Esta PAC está pensada para proteger al agricultor profesional, para reforzar las cooperativas, y para dar oportunidades reales a jóvenes y mujeres rurales. Es una PAC con alma andaluza, práctica, moderna y viable», resume.

Crespo es moderadamente optimista respecto a las negociaciones para conseguir los apoyos necesarios y sacar el texto adelante, «sin pasar líneas rojas» para el sector como son la competitividad, la rentabilidad y la apuesta por los jóvenes agricultores; y huyendo de viejas polémicas como la convergencia, un concepto que debe abordarse con la pausa necesaria. En cambio, se apuesta por «incentivar la voluntariedad» frente a la «obligatoriedad». El Partido Popular da prioridad al agricultor activo, es decir, «al profesional que durante años ha apostado económicamente y tecnológicamente, y que está dando empleo en las zonas rurales». «Lo que es positivo para Andalucía lo es para toda Europa. Tiene que ser una PAC más simplificada», reitera Crespo, que recuerda que los agricultores lo han «clamado hace muy poco tiempo delante del Parlamento Europeo», al igual que reclamado «una PAC que sea leal y apueste por que haya reciprocidad en los acuerdos con terceros países».

50 compromisos

El dossier que Crespo trata de consensuar con el resto de grupo comprende aproximadamente unos 50 compromisos, sustentados todos en el mantenimiento de los dos pilares actuales de la PAC. «Que la financiación se mezcle haría al sector agrario español más débil y perderíamos capacidad, específicamente en España, donde tenemos un sector agrario, ganadero y pesquero muy dinámico que está aportando alimentos al resto de Europa». Por lo tanto, una redistribución puede mermar los fondos de cohesión y afectar a los fondos de la PAC. La comisión daría unas directrices a cada país, pero el temor es que exista una «discrecionalidad que pueda alterar la cantidad económica que pueda llegar, incluso en la mezcla del segundo pilar con los fondos de cohesión».

Un dossier con sello andaluz y propuestas clave para el sector agro

Crespo desgrana los ejes de un dossier que contiene más de 50 compromisos específicos. Entre las principales novedades destacan:

  • 1. Blindaje de los dos pilares de la PAC: se propone mantener intacto el sistema actual, con pagos directos (primer pilar) y apoyo a la innovación (segundo pilar), sin mezclarlo con fondos de cohesión.
  • 2. Relevo generacional con incentivos fiscales: se propone una fórmula que permita la cesión de tierras de mayores a jóvenes agricultores —aunque no haya relación familiar— con beneficios fiscales para ambas partes.
  • 3. Etiquetado europeo de calidad: se busca implantar una etiqueta común que identifique los productos europeos de excelencia, reforzando la trazabilidad y el prestigio del sector.
  • 4.Créditos de carbono agrarios: los agricultores podrán beneficiarse de nuevas fórmulas de ingresos a través de la valorización de prácticas sostenibles y captura de carbono en sus explotaciones.
  • 5. Economía circular aplicada al agro: apuesta por la transformación de residuos en recursos como vía de sostenibilidad y diversificación de rentas.
  • 6. Ecoesquemas flexibles y adaptados al territorio: respuesta directa a las quejas de Andalucía, como las cubiertas vegetales obligatorias en zonas secas, que se pretende hacer voluntarias y realistas.
  • 7. Apoyo específico a la ganadería sostenible: tanto en su modalidad extensiva como intensiva, con respaldo a la innovación y a su papel clave en el mundo rural.
  • 8. Simplificación burocrática y competitividad: se quiere acabar con la hiperregulación para dar oxígeno a agricultores y ganaderos, fomentando la rentabilidad frente a las importaciones extracomunitarias.