Salud

Cinco ensayos con sello andaluz para frenar la esclerosis múltiple

El Hospital Virgen Macarena ha probado en 30 pacientes fármacos de alta eficacia basados en la enzima BTK para reducir la progresión de la enfermedad

Cada año se diagnostican en España 2.000 nuevos casos de esclerosis múltiple
Cada año se diagnostican en España 2.000 nuevos casos de esclerosis múltipleLa Razón

«Estamos cambiando la evolución de la enfermedad, ese es el titular». La neuróloga Sara Eichau, coordinadora de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, insiste en que nada tiene que ver el diagnóstico de hace 30 años con el de ahora. Sin restar importancia al impacto físico y emocional que supone esta enfermedad a quienes la padecen, asegura que «gracias a los fármacos de alta eficacia, si son usados a tiempo y con la suficiente potencia desde que debuta la esclerosis, se puede frenar su progresión a largo plazo y evitar, en algunos casos, la discapacidad grave».

En el Hospital Virgen Macarena se han puesto en marcha cinco ensayos clínicos basados en los inhibidores de la encima tiroxina de Burton, los llamados BTKi por sus siglas en inglés. Se considera que tanto los linfocitos B como la microglía tienen relación directa en la inflamación crónica del sistema nervioso central, el principal mecanismo de progresión de la Esclerosis Múltiple. Esta nueva clase de fármacos BTKi actúan de una forma dual en el sistema inmunológico: por un lado, modulan la actividad y maduración de los linfocitos B; por otra, interfieren con la activación de la microglía. «Nosotros tenemos en marcha cinco ensayos clínicos con los BTKI, ya hemos randomizado a 30 pacientes y, aunque los ensayos están todavía en fase preliminar, vamos a presentar los primeros resultados en el Congreso Europeo de Esclerosis Múltiple», anuncia la coordinadora de la unidad del Virgen Macarena.

En cuanto a nuevas dianas terapéuticas, Eichau explica que además de ensayos con BTKI, la investigación ha puesto el foco en la población pediátrica con el objetivo de comprobar si en ellos son seguros y eficaces los fármacos empleados en adultos. Pero si hay una diana prometedora esa es la remielinización, esto es restaurar los daños en la mielina, la vaina protectora que recubre las fibras nerviosas. Con la Esclerosis Múltiple, el sistema inmune ataca esta mielina provocando problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. «Los fármacos remielinizantes todavía están en laboratorio, ni siquiera se han iniciado los ensayos, pero en un futuro creemos que llegará», apunta la doctora Eichau.

2.000 nuevos casos al año

Según datos de la Sociedad Española de Neurología, cada año se diagnostican en España 2.000 nuevos casos de Esclerosis Múltiple (EM), la mayoría en personas jóvenes de entre 30 y 40 años. En las mujeres es tres veces más frecuente, pero también aparece en hombres. Eichau cuenta que el perfil ha ido ampliándose: «Hay desde niños con EM, que representan alrededor del 10%, hasta mayores de 50 años, lo que se denomina esclerosis de inicio tardío». «Hace unos años, la esclerosis en mayores suponía solo el 10% de los nuevos diagnósticos, pero ahora tenemos la sensación de que está incrementándose», añade esta neuróloga.

En todo caso, explica, el perfil clínico está variando gracias a la aparición de fármacos de alta eficacia y de mayor beneficio-riesgo. Aunque estos medicamentos han demostrado, si son usados a tiempo y con la suficiente potencia, frenar la aparición de nuevos brotes y la progresión de la enfermedad, la doctora Sara Eichau aclara que «no todos los pacientes son candidatos a usarlos, sobre todo las personas con otras comorbilidades».

Es cierto que gracias a los fármacos de alta eficacia, «cada vez es más frecuente ver a pacientes sin discapacidades graves», apunta la neuróloga del Virgen Macarena. No obstante, aclara que la Esclerosis Múltiple es una enfermedad muy amplia que provoca síntomas a menudo invisibles y «ese es uno de los mayores retos» Entre esos «síntomas invisibles» pero a menudo incapacitantes están la fatiga, el deterioro cognitivo, la falta de atención y concentración e, incluso, en algunos casos dolor, rigidez, espasmos y trastornos esfinterianos y sexuales.