Procesión

Corpus y San Fernando: doble y calurosa celebración en Sevilla

Las altas temperaturas marcan la procesión por un recorrido jalonado por más altares y un público menguante

La Custodia a su paso por la plaza de San Francisco, en Sevilla
La Custodia a su paso por la plaza de San Francisco, en SevillaEfeAgencia EFE

La ciudad despertó con la resaca del concierto de AC/DC, disponiéndose a vivir una doble celebración: la procesión del Corpus Christi y la festividad de San Fernando. Bajo un sol de justicia ha desfilado la Custodia de Arfe por las calles alfombradas de juncia y romero, una tradición que se renueva año a año y que sigue generando el debate sobre el escaso público que acude a este acto.

Fieles arrodillados al paso de la Custodia
Fieles arrodillados al paso de la CustodiaEfeAgencia EFE

A las 8:15 de la mañana los niños carráncanos anunciaban el inicio de la procesión desde la Catedral, un cortejo extensísimo jalonado por pasos de santos sevillanos y representaciones de las hermandades. Poco después, el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz, presidía la eucaristía que contó con el tradicional baile de los seises. Un ritual colorista que da muestra de la importancia de este hito en el calendario festivo sevillano. El Corpus siempre ha sido una fiesta destacada en la ciudad, aunque en los últimos años contemplar el extenso desfile resulta tedioso, mucho más de pie y bajo el intenso calor.

Este año hubo más altares que nunca en el recorrido, sobre todo en la plaza del Salvador y en Francos, donde el cortejo avanza buscando la sombra. La Hiniesta gloriosa presidía la plaza de San Francisco, una imagen que este año celebra el 50 aniversario de su coronación. La talla ha visitado la Catedral e incluso se ha celebrado un besamanos en el Ayuntamiento, puesto que es la patrona de la corporación municipal.

Tras la Custodia se situó el arzobispo y la corporación municipal, enredada en un Presupuesto que no termina de cuajar. El próximo 3 de junio habrá otra oportunidad para intentar sacar adelante las cuentas, por lo que el alcalde, José Luis Sanz, deberá empeñarse a fondo.

El desfile militar en la puerta de Palos puso el broche a la procesión, con un calor que caía a plomo sobre la plaza Virgen de lo Reyes. El epílogo lo puso el Señor de la Sagrada Cena, que volvió a Los Terceros entre los incansables. A la tarde, la Hiniesta hará lo propio hasta San Julián, cerrando una intensa festividad del Corpus.