Política andaluza

Cuando el «acento andaluz» no es suficiente: Montero contra su pasado

Inicia el curso político en Montilla instalada en el discurso de las contradicciones

María Jesús Montero saluda a un asistente a su llegada a la Interparlamentaria del PSOE-A en Montilla
María Jesús Montero saluda a un asistente a su llegada a la Interparlamentaria del PSOE-A en Montilla Agencia EFE

María Jesús Montero cree ser más andaluza que nadie por su acento, aunque no todos se vean reflejados con su habla. La candidata socialista a la Junta lanzó ayer en la reunión de la Interparlamentaria del partido celebrada en Montilla una batería de eslóganes con escasa credibilidad. Según la todavía vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez, arranca el «último curso» de Juanma Moreno en San Telmo, dando por hecho la vuelta del PSOE en 2026. Y recordó que gestionó una década el sistema sanitario andaluz y que entonces Andalucía tenía «los mejores medios», olvidando que con el PSOE surgieron las mareas blancas y decenas de miles de andaluces estaban día tras día en las calles. El mantra socialista de la privatización fue otro de sus cansinos argumentos, pese a que fue con Susana Díaz cuando más conciertos se rubricaron en la sanidad. Montero llegó a decir que «cómo es posible que menores que tienen tutela de la Junta supuestamente estén vagando por el territorio y lleguen al País Vasco», señalando así a los profesionales de los servicios sociales. La secretaria general de los socialistas andaluces incluso pidió a los militantes a afanarse «cada día con hechos, no solo con palabras» para demostrar que es mentira el discurso del «supuesto agravio a Andalucía» por parte del Gobierno. «¿Cómo alguien en su sano juicio puede pensar eso?», se preguntó. Algo que según ella es imposible porque habla andaluz y eso lo entiende como «velar por que los intereses de Andalucía estén presentes», aunque la realidad de las políticas de Sánchez digan lo contrario. Por supuesto, cargó contra los medios de comunicación porque «distorsionan» la realidad y dio la vuelta a la tortilla para referirse a la renovación del Defensor del Pueblo Andaluz que ha tenido bloqueada durante meses y meses. Y es que para Montero la quita de deuda «rompe el discurso» de Moreno de que el Gobierno beneficia a Cataluña y perjudica a Andalucía. Bajo su punto de vista, «cómo es posible” que una administración le diga a otra que «no» acepta su propuesta de hacerse cargo de una deuda suya». Dicho esto, espetó que Juanma Moreno «es más genovés -en alusión a la dirección nacional del PP- que andaluz».

«¿Por qué los andaluces vamos a tener que renunciar a una quita de la deuda que nos va a permitir mejorar los servicios públicos en nuestra tierra?», agregó Montero, que criticó que desde el Gobierno andaluz del PP-A digan que dicha iniciativa es una «trampa». Una respuesta a la que vienen respondiendo en cada aparición pública los miembros del ejecutivo andaluz: sencillamente porque es una decisión impuesta por ERC y retrasa la verdadera solución a la infrafinanciación andaluza, el necesario cambio de modelo.

Por su parte, desde Córdoba, el presidente provincial del PP, Adolfo Molina, lamentó que Pedro Sánchez envíe a María Jesús Montero a Montilla «a vender humo, mientras sigue maltratando a los cordobeses y premiando a los independentistas, cuando debería estar defendiendo a Andalucía».