La IV Conferencia Internacional sobre Financiación al Desarrollo de la ONU, que se celebrará en el FIBES de Sevilla del 30 de junio al 3 de julio, será un revulsivo para la ciudad. Está previsto que acudan 70 jefes de Estado, más de 200 delegados oficiales de países miembros, con la presencia de presidentes y primeros ministros, así como otros representantes de diferentes organismos de todo el mundo. Según previsiones del Ayuntamiento hispalense, tendrá un impacto de 20 millones de euros y será una oportunidad para proyectar Sevilla al mundo. El presidente andaluz, Juanma Moreno, ejercerá de anfitrión del evento y, tal y como informó ayer, se reunirá con el secretario general de la ONU, António Guterres, en el Palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía.

Entre los ciudadanos de Sevilla cunde la incertidumbre por los problemas de movilidad que causará este macro evento, sobre todo, en Sevilla Este, donde se ubica FIBES. Se cortarán unas 300 calles y habrá cambios en las paradas y recorridos de los buses. Hace unos días el propio alcalde, José Luis Sanz, advirtió que «quien pueda teletrabajar que teletrabaje, va a ser caótico», aumentando así la preocupación de aquellos quienes tienen imposible por su actividad laboral trabajar en remoto. Ayer, de nuevo, el regidor hispalense, insistió en esta cuestión y pidió disculpas por la afectación «considerable» que tendrá la cumbre la ONU en la vida de miles de ciudadanos, a los que pidió «colaboración» para que este evento sea «un éxito».

El Gobierno local ha diseñado un plan específico de tráfico en Sevilla Este por el que se prohíbe aparcar y la instalación de veladores en el centro de la ciudad, así como el cierre de los Reales Alcázares durante dos días. «Entre todos debemos ayudar a que, al dirigir la mirada hacia nosotros, ciudadanos de todas las culturas puedan admirar una ciudad hermosa, colaboradora y eficiente», rogó Sanz a los ciudadanos para pedirles la «máxima colaboración». La oposición, como era de esperar, aprovechó de nuevo ayer para criticar la «ineficacia» del Ayuntamiento por no gestionar adecuadamente la movilidad durante los días de la Conferencia.

Del dispositivo de seguridad se ha encargado la Secretaría de Estado de Seguridad y se activará el domingo con una reunión presidida por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. El operativo contará con el despliegue de unos 7.500 efectivos policiales, entre Policía Nacional y Guardia Civil, que contarán con la colaboración de la Policía Local y la Agrupación de Tráfico.

Un operativo no exento de polémica debido al enfado de los agentes de la Policía Nacional por los «agravios» en el cobro de dietas. «Mientras que los agentes de la Policía Local de Sevilla recibirán retribuciones que oscilan entre los 600 y 720 euros diarios por su participación en el dispositivo, los Policías Nacionales deben afrontar de su propio bolsillo los gastos derivados de su desplazamiento, con unas compensaciones que resultan claramente insuficientes: 48,92 euros para alojamiento y apenas 28,21 euros diarios para manutención, cantidad destinada a cubrir tres comidas», criticaron ayer desde el Sindicato Unificado de Policía. Además, aseguraron que, en algunos casos, «los agentes han tenido que adelantar dinero de su bolsillo para poder prestar servicio en estas condiciones, una situación que desde el SUP consideramos absolutamente inaceptable», apostillaron.

Para el secretario general del SUP en Sevilla, Jorge Antonio Sánchez Rodríguez, esta situación pone en evidencia «el trato desigual y humillante al que el ministerio del Interior, encabezado por Fernando Grande-Marlaska, somete a los miembros de la Policía Nacional».