Negociación

Gibrexit: la comarca se desespera tras otro año sin acuerdo

Los trabajadores españoles apelan al pacto de 2020 que pedía la eliminación de la Verja

Vista de La Línea de la Concepción (Cádiz), con el Peñón de Gibraltar al fondo
Vista de La Línea de la Concepción (Cádiz), con el Peñón de Gibraltar al fondoLa RazónLa Razón

Otro año sin acuerdo que fije las condiciones del encaje definitivo de Gibraltar tras el Brexit. Ocho años después de la abrupta salida del Reino Unido de la Unión Europea, la comarca sigue esperando que se aclaren cuestiones tan básicas como la movilidad, la fiscalidad o el posible uso compartido del aeropuerto. Los casi 10.000 trabajadores españoles que acuden a diario a la Roca continúan expectantes, los alcaldes de los municipios limítrofes ya están hartos de reuniones y los casi 30.000 vecinos de estas localidades gaditanas esperan un pacto que arroje luz a un panorama que sigue muy oscuro.

Durante el año 2024 se han dado pasos importantes. Han habido hitos relevantes en un proceso que se dilata demasiado en el tiempo. Sin embargo, no se ha alumbrado ninguna medida de calado que impacte en el día a día de una zona especialmente castigada por el desempleo y la falta de inversiones públicas. Un entorno que compite directamente con una colonia con ventajas fiscales y donde las empresas tienen más facilidades para instalarse. El Gobierno de España habla de una zona de «prosperidad compartida» tras el acuerdo, pero lo cierto es que el futuro inmediato, de momento, no es nada halagüeño.

La negociación entre Reino Unido y Bruselas parece estancada mientras que el Gobierno español es incapaz de mediar para desbloquear la situación. El Ejecutivo de Pedro Sánchez, no obstante, sí ha dado muestras de diálogo con los alcaldes de la zona y la Junta. En mayo tuvo lugar el primer encuentro en Madrid, que luego se repitió en octubre. Moncloa informó de que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, dio cuenta de los progresos de la reunión de alto nivel mantenida el 12 de abril en Bruselas con el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, y el entonces jefe de la diplomacia británica, David Cameron. En dicho encuentro «se acordaron líneas políticas generales, incluyendo el aeropuerto, bienes y movilidad». Albares también ofreció información sobre asuntos de interés como la eliminación de la Verja, la libre circulación de personas y mercancías, los derechos de los trabajadores del Campo de Gibraltar y la salvaguarda de la posición de España sobre la soberanía.

Los trabajadores españoles, sin embargo, exigen concreción y que se aclaren cuestiones como los controles de acceso o las futuras pensiones. El denominado grupo transfronterizo –que integra a sindicatos y empresarios– apela al Acuerdo de Nochevieja que cerraron España y Reino Unido el 31 de diciembre de 2020. Insisten en que esa es la hoja de ruta a seguir, un pacto que aboga por la supresión de la Verja y la entrada de facto del Peñón en el espacio Schengen. Para ello, los controles fronterizos deberían trasladarse al puerto y aeropuerto y, ante la negativa de Gibraltar de una presencial policial española, se contempla que sea la Agencia de Fronteras Europea (Frontex) quien los realice durante un periodo inicial.

¿Cuál es la posición de la Junta? Desde el comienzo de las negociaciones el Gobierno andaluz ha pedido estar presente en las conversaciones, algo que el Ejecutivo ha rechazado. El paquete de reivindicaciones es amplio, empezando por un estatuto fiscal especial para poder competir con los tipos impositivos de la Roca. Pero la Junta no sólo reivindica mejoras fiscales, sino también que se solucione el asunto de la depuración de aguas, que Gibraltar paralice los rellenos en su costa y que se garantice la seguridad de los pescadores de la comarca, muchas veces amenazada por las autoridades gibraltareñas.

El pasado mes de julio se celebraron elecciones en Reino Unido, ganando por mayoría absoluta los laboristas de Keir Starmer. Esta victoria pone fin a 14 años de gobiernos conservadores. Sobre la mesa del primer ministro está el asunto de Gibraltar y el acuerdo parecía inminente, puesto que los ejecutivos de Reino Unido y España han mostrado sintonía. Pero nada más lejos de la realidad. El acuerdo sigue dilatándose, sobre todo por cuestiones de soberanía y de delimitación geográfica.

Mientras, los residentes en los municipios cercanos se desesperan. Un hito destacado de este año fue la multitudinaria manifestación que protagonizaron los vecinos de La Línea, la localidad más afectada por la falta de acuerdo por su proximidad con la Roca. Convocados por el alcalde linense, Juan Franco, expresaron su malestar en octubre. Según el regidor, esta falta de acuerdo «amenaza la estabilidad económica de miles de familias y empresas». «Parece que el punto de entendimiento está cada vez más cerca pero no termina de llegar», lamentó Franco, quien recordó igualmente que La Línea es «el reflejo directo de lo que pasa en Gibraltar», por lo que reclamó a las autoridades implicadas que se tenga en cuenta «la especial situación» del municipio en este acuerdo.