Tribunales

Procesan a los responsables de un escape room en el que una mujer salió abrasada

Imputan un delito de lesiones por imprudencia grave a los tres responsables de la empresa de un municipio de Granada

Juzgados de la Caleta, en Granada
Juzgados de la Caleta, en Granada EP

El Juzgado de Instrucción número 5 de Granada ha procesado por un presunto delito de lesiones por imprudencia grave a los tres responsables de la 'escape room' de Cájar donde una mujer de 42 años sufrió en junio de 2022 quemaduras muy graves que le llevaron a la UCI tras ser rociada con un líquido que llevaba gasolina.

En un reciente auto, al que ha tenido acceso Europa Press, el juez da por concluida la instrucción del caso y acuerda que sigan las actuaciones por el trámite del procedimiento abreviado contra estas tres personas, dando un plazo de diez días para que Fiscalía y el resto de acusaciones personadas en la causa soliciten la apertura del juicio oral, formulando escrito de acusación, o el sobreseimiento de la causa.

A cuenta de las quemaduras la víctima ingresó en estado grave en la UCI del área de Quemados del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y ha sufrido "graves lesiones" que han precisado de tratamiento médico y quirúrgico, según se desprende del auto, contra el que cabe recurso.

Los hechos se remontan a las 22,40 horas del 27 de junio de 2022, cuando la víctima se encontraba en una vivienda de Cájar participando en esta escape room "hardcore" junto a otras cinco personas más. La actividad había sido contratada a través de la pagina web 'villa amparo.es' por un precio de 25 euros por persona y una hora de duración.

De lo practicado hasta ahora en la causa se desprende que esta actividad, que desarrollaban los tres investigados, no contaba con "ningún tipo de autorización municipal ni de licencia, sin que los participantes en el juego firmasen ningún tipo de documento o consentimiento con información sobre el desarrollo del juego y los riesgos".

En la actividad se utilizaba gasolina, "de modo que fueron rociadas varias de sus participantes", entre ellas la víctima. Sin embardo, el juez instructor alude en el auto a la "carencia de indicaciones" en el juego, así como de luces de salida de emergencia, a lo que suma que "las puertas y ventanas estaban cerradas sin apertura manual o automática", y los investigados no contaban con formación ante situaciones de emergencia. Además, los extintores que tenían "eran para incendios eléctricos, no para combustibles".

EL JUEGO

Antes de ir al evento se indicó a los participantes que llevaran ropa vieja porque se podían manchar y cuando llegaron "sólo les explicaron las reglas del juego", que era avanzar resolviendo pistas y que no tocasen los objetos que no estuviesen indicados.

La escape room comenzó en la cocina de la vivienda, donde encerraron a los seis participantes hasta que lograron descifrar los enigmas para salir. Pasaron a una segunda habitación que era un cuarto de baño de donde también, tras resolver las pistas, salieron y llegaron a un pasillo que los llevó hasta una especie de salón y una habitación con una mesa de póker, un armario y un piano donde tenían que descifrar otras pistas.

Allí aparecieron dos actores y se llevaron a uno de los participantes tras ponerle unos grilletes en la espalda. Le ordenaron que se metiera en una especie de ataúd y cerraron la caja con candado.

Esa misma persona cogió a la víctima y le ordenó que se subiera una silla, donde fue atada de manos y le colocaron una soga al cuello. Ella se liberó pero se quedó en la misma postura para que los actores no lo notaran. Seguidamente uno de los investigados presuntamente le echó un líquido con gasolina y aunque ella alertó en más de una ocasión de que "olía muchísimo a gasolina", según se expone en el auto, supuestamente no obtuvo respuesta.

Uno de los investigados volvió entonces con un mechero y presuntamente lo encendió. La víctima sopló hasta en dos ocasiones para apagar la llama pero a la tercera no lo logró "y prendió".

El ahora investigado se fue y ella se quitó la camiseta, mientras que su amigo desde el ataúd le gritaba "rueda, rueda" hasta que le rociaron con un extintor, la sacaron para fuera y le echaron agua, llegando en ese momento sus amigos.

Tras lo ocurrido, los responsables de la 'escape room' Villa Amparo anunciaron su decisión de suspender su actividad con el objetivo de realizar una auditoría interna para analizar lo ocurrido y defendieron que estos negocios "son actividades completamente seguras, pero nunca se está exento de un accidente".