Cartografía urbana

Así era el mapa de Jaén en 1910

Fundada en la falda de un cerro calizo, sufrió a lo largo del tiempo problemas derivados de su escasa horizontalidad cuando pretendió crecer, levantar edificaciones y organizar sus vías interiores

El mapa urbano de Jaén en 1910
El mapa urbano de Jaén en 1910IECA

Las ciudades, como organismos vivos, varían con el tiempo. Los estudios de historia y geografía recogen los vestigios del pasado. El Instituto de Estadística andaluz (IECA) recoge la "Cartografía urbana de Andalucía: Jaén 1910".

Urbanísticamente "la ciudad contaba solo con dos viales importantes". Por un lado, el de la calle Maestra, prolongada en la de Martínez Molina, que conectaba la plaza de Santa María ante la Catedral, el Ayuntamiento y el Palacio Episcopal, con el barrio de la Magdalena a través del corazón del casco histórico. Y por otro, el vial, que partiendo también de la plaza de Santa María, la comunicaba con el sector donde se construyó el edificio del Gobierno Civil, después Diputación Provincial, la plaza del Deán Mazas y el eje rectilíneo del Paseo de Alfonso XIII o de la Estación en dirección a la estación ferroviaria y la línea Puente Genil-Linares inaugurada en 1881, jalonado por la plaza y monumento de las Batallas.

"Fundada en la falda de un cerro calizo, Jaén sufrirá a lo largo del tiempo serios problemas derivados de su escasa horizontalidad cuando pretendió crecer, levantar edificaciones y organizar sus vías interiores de comunicación. Esta condición, propia de un asentamiento defensivo medieval, ha constituido un obstáculo para su desarrollo urbano, al dificultar un crecimiento ordenado. La escasez de suelo edificable originaría la renovación continua de lo construido, coartando la conservación de sus arquitecturas y erosionando sus valores característicos", señala el IECA.

En base a los mapas, "parece además como si la abrupta topografía no solo hubiera supuesto un impedimento para el desarrollo urbanístico de la ciudad, sino también para su representación gráfica, ya que son muy escasos los intentos de reflejar su realidad física anteriores al siglo XIX, y los ejemplos de los realizados en el primer cuarto del XX se remiten todos a una misma base". Muestra de ello es este plano publicado alrededor de 1910-1920 en el compendio geográfico España regional y del que circularon varias ediciones. Tanto este como otros planos de la ciudad de fechas cercanas, recoge el IECA, derivan de los trabajos topográficos del plano de población de Jaén efectuados por el Instituto Geográfico y Estadístico en 1892 y ensamblados en un plano de conjunto en 1905, cuya representación repite el plano que nos ocupa con algunas actualizaciones, debidas precisamente a Joaquín de la Torre, uno de los topógrafos que participó en los trabajos de dicho Instituto. Este mismo plano volvería a reproducirse sin más cambios que algunas variaciones en su acabado gráfico en el plano de Jaén confeccionado por el ejército norteamericano en 1943.

La ciudad aparece "limpiamente limitada al oeste por el camino del Castillo, posterior Carretera de Circunvalación, y al sur por el de los Huertos, que discurría desde el puente de Santa Ana en la carretera a Los Villares al de la Alcantarilla sobre el camino del Puente de la Sierra". Este límite "continuaba luego hasta el Parque de la Alameda de Capuchinos, junto a la plaza de toros, por calles que seguían el trazado de la muralla hasta la Puerta del Ángel. Al este quedaba la carretera de Granada, que se conectaba en la Puerta Barrera con la de Madrid, cuya prolongación hacia el norte alcanzaba la línea del ferrocarril, al igual que el Paseo de la Estación". Al norte la ciudad "estaba contorneada por la carretera de Alcalá la Real y extensas parcelas de huerta. Así delimitada, Jaén habría saltado ya las líneas de su primer y segundo amurallamiento al iniciarse el siglo XX, dejando atrás su tradicional carácter de ciudad defensiva".