El bloc

Madame la perdante

"Esa minoría pija es la que vota a Hidalgo, así que aviado está Espadas"

Anne Hidalgo, alcaldesa de París.
Anne Hidalgo, alcaldesa de París.LUDOVIC MARIN / POOLAgencia EFE

La campaña de las municipales se aproxima y la estrategia de apoyos internacionales de Juan Espadas para reanimar al mortecino PSOE de Andalucía pivota sobre un cargo la mar de rimbombante, el de la alcaldesa de París. La figura de Anne Hidalgo, venida al mundo como Ana en San Fernando (Cádiz) de un electricista con veleidades sindicales y una costurera, rige en la capital de Francia desde 2014 y extenderá su segundo mandato hasta 2026, dos años después de acoger los Juegos Olímpicos. ¡Qué pelotazo!, se diría en su tierra natal pero, ¿seguro que su apoyo a los candidatos socialistas va a galvanizar al electorado? El año pasado, un PSF ayuno de liderazgo la lanzó al ruedo de las elecciones presidenciales y perpetró un resultado ridículo que ha arrojado al socialismo galo a las tinieblas de la marginalidad: cosechó un escuálido 1,74% del sufragio y quedó en la primera vuelta décima sobre doce candidatos, sólo por encima de dos grupúsculos irrelevantes de la extrema izquierda. He aquí su tirón fuera de los exquisitos veinte distritos (arrondissements municipaux) del centro parisiense, donde vive apenas la sexta parte de los trece millones de habitantes del área metropolitana. Esa minoría pija es la que vota a Hidalgo, así que aviado está Espadas si pretende mejorar sus febles perspectivas movilizando a los cuatro gafapastas que pasean por los barrios bohemios de Málaga o Sevilla con aires de flâneur de Montmartre. El partido que pastoreaban los Zarrías, Perales y compañeros mártires hasta apabullantes mayorías era de menos pashmina y más alpargata, menos tataki de atún y más cerveza con altramuces. En algún momento, perdieron el contacto con la calle y creyeron que la vida transcurría entre notas de prensa e interacciones en redes sociales.