Investigación

Puerto Banús se implica en salvar una especie en peligro de extinción

La lapa ferrugínea supone todo un desafío científico para las autoridades portuarias

Técnicos del proyecto de investigación repoblando la zona
Técnicos del proyecto de investigación repoblando la zonaLa Razón

La lapa patella es una especie africana que penetra en el Mediterráneo sólo hasta el Mar de Alborán y representa un gran valor ecológico, toda vez que contribuye a mantener el equilibrio de las comunidades bentónicas, si bien en la actualidad es el molusco intermareal más amenazado. Esta especie, que supone todo un desafío científico para las autoridades portuarias, se encuentra en la actualidad dentro del catálogo de especies en peligro crítico de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), merced a la sobreexplotación y degradación de su hábitat.

Uno de los lugares de la provincia de Málaga que concentra un mayor volumen de la especie es el Puerto Deportivo José Banús, en Marbella, infraestructura que ha desarrollado un interesante proyecto piloto, a partir de un estudio científico dirigido por el Catedrático de Biología Marina Jose Carlos García Gómez, responsable del Laboratorio de Biología Marina de la Universidad de Sevilla.

El investigador Jose Carlos García Gómez, responsable del Laboratorio de Biología Marina de la Universidad de Sevilla
El investigador Jose Carlos García Gómez, responsable del Laboratorio de Biología Marina de la Universidad de SevillaLa Razon

La pionera iniciativa, cuya investigación se inició en julio de 2021 y que ha sido merecedora de un galardón en la XXVII edición de los Premios Andalucía de Medio Ambiente que otorga la Junta de Andalucía, ha permitido probar un nuevo método de translocación de los ejemplares, en un hábitat artificial que ha constatado que futuras translocaciones, cuando estén debidamente justificadas, sean viables y sostenibles. La propuesta, tendrá una aplicación directa para futuras reintroducciones de especímenes adultos en hábitats naturales donde la especie ahora está ausente pero donde se sabe que existió con anterioridad.

Fruto de ese trabajo desarrollado durante más de dos años se ha podido comprobar que las zonas aledañas a Puerto Banus y otros puertos cercanos que detentan densidades importantes de la citada especie, se benefician del «efecto reserva» donde los espigones del puerto no sólo reclutan larvas procedentes de la naturaleza. Se trata, en cualquier caso, de una especie de crecimiento lento, cuya longevidad es desconocida si bien existe la certeza de que supera los doce años y se estima que podría alcanzar los veinte e incluso los treinta años.

El principal conflicto al que se enfrentan hoy las distintas autoridades portuarias en la gestión de la lapa patella radica en la necesidad de reubicar ejemplares de los espigones a otros lugares, como consecuencia de las obras de reconstrucción de los propios espigones.

Y es que dada la alta accesibilidad de su hábitat intermareal, la especie ha sufrido una regresión significativa, especialmente a través de la explotación humana, no sólo para su uso como cebo de pesca, por su pie musculoso, sino también por su interés ornamental. España es el país en el que se genera la mayor parte de la producción científica de interés para la conservación de esta especie, estando liderada por dos equipos de investigadores españoles que trabajan desde hace más de 15 años en su estudio. Estos investigadores están coordinados con sus colegas de Italia, Túnez, Francia y Marruecos, que también han realizado aportaciones relevantes para el mejor conocimiento de este molusco.

De hecho, la Estrategia Nacional de Conservación de esta especie, -MMAMRM 2008-, «desalienta la cesión de ejemplares, salvo para investigación científica o conservación de la especie debidamente justificada».

En la actualidad, su distribución conocida se limita a las costas del norte de África desde el estrecho de Gibraltar (Ceuta) hasta el Cabo Bon y la Isla de Zembra, en Túnez, y algunos puntos del sur de España (costas de Cádiz, Málaga, Granada y Almería), así como la isla de Alborán, las costas occidentales de Córcega y el norte de Cerdeña, algunos pequeños archipiélagos en las proximidades de estas dos islas y en la isla de Pantelaria, en el canal de Sicilia. La XXVII edición de los Premios Andalucía de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha reconocido a once empresas y profesionales por sus labores y compromiso en la conservación, protección y difusión de valores ambientales.

Entre los galardonados, el Puerto Deportivo José Banús y el profesor José Carlos García Gómez, catedrático de biología marina de la Facultad de Biología en la Universidad de Sevilla, en la categoría de «Biodiversidad», por su contribución a la hora de resolver científica y técnicamente el problema ya cronificado de gestión y manejo de ejemplares de la Patella ferrugínea.