Historia

Manuel González-Serna, el párroco ejecutado en su sacristía que será beatificado

El Papa ha aprobado un decreto por el que eleva a los altares a diez sacerdotes y diez laicos andaluces asesinados en la Guerra Civil

Manuel González-Serna, arriba a la izquierda, junto al resto de mártires sevillanos de la Guerra Civil
Manuel González-Serna, arriba a la izquierda, junto al resto de mártires sevillanos de la Guerra CivilLa RazónLa Razón

El Papa Francisco acaba de aprobar el decreto por el que serán beatificados diez sacerdotes y diez laicos de Andalucía asesinados en 1936, reconociendo así su "martirio" por el "odio a la fe". Uno de ellos es Manuel González-Serna Rodríguez, fallecido trágicamente en los prolegómenos de la Guerra Civil y que ahora subirá a los altares, engrosando la extensa nómina de santos, beatos y venerables sevillanos.

González-Serna nació en Sevilla en 1880 y nombrado párroco de la cercana localidad de Constantina en 1911. Fue detenido la noche del 19 de julio de 1936 por milicianos republicanos y fue ejecutado en la propia sacristía del templo cuatro días después.

En ese verano de 1936 otros nueve sacerdotes y diez laicos fueron asesinados en Sevilla y sus alrededores, tras ser detenidos y sin juicio previo, en un contexto de persecución religiosa que los republicanos establecieron hacia todo aquel que profesara ser miembro de la Iglesia.

Entre los seglares hay dos abogados, un farmacéutico, un sacristán, un carpintero, un empleado de banca, un empleado municipal y dos propietarios. El más joven, de 19 años, era el seminarista Enrique Palacios Monrabá, que murió junto a su padre, Manuel Palacios Rodríguez, en Cazalla de la Sierra (Sevilla).