Sociedad

Más de 80 niños viven en los asentamientos de temporeros de Almería

La ONG Andalucía Acoge alerta de su vulnerabilidad y de que su presencia es «constante» a diferencia de lo que pasa en Huelva

Temporeros en la recogida de fruta
Temporeros en la recogida de frutaEP

Almería se ha consolidado como la huerta de Europa, con exportaciones cuyo valor supera los 3.000 millones de euros. En su «mar de plástico» trabajan miles de personas, la mayoría extrajeras, que se establecen principalmente en asentamientos en condiciones de infravivienda.

Según el último informe de la ONG Andalucía Acoge, en el inicio de la temporada agrícola almeriense de 2022 se contabilizaron unos 35.000 trabajadores migrantes con contrato «aunque no todas las personas que trabajan en los invernaderos lo hacen de manera formal», explican desde la ONG. La característica diferencial de los asentamientos de la provincia, continúan, es que «la población residente es mucho más estable, debido a la gran cantidad de trabajo que hay durante todo el año». Muchos de ellos están consolidados y «son, de hecho, barrios consolidados», como Camino Jardín, Cortijo 1 o Cortijo Paula,

En la actualidad hay 59 asentamientos en la provincia de Almería, la mayoría de ellos (44) en Níjar. En 2022 vivían en ellos 3.537 personas, 3.038 hombres, 499 mujeres y 83 niños.

Para investigar sobre las condiciones de los temporeros en los asentamientos almerienses, Andalucía Acoge ha recogido información de 31 asentamientos de la comarca de Níjar. Para ello, realizó entrevistas a 711 personas y 18 encuentros grupales en los que participaron 259 personas.

La población que vive en los asentamientos de Níjar procede principalmente de Marruecos, Senegal y Malí y la enorme mayoría vive en situación administrativa irregular, un 76,3% frente al 13,2 que lo hace de forma regular. El 82% de los que viven en asentamientos son hombres y 8% mujeres, que sufren una mayor discriminación: el 13% trabaja de forma legal frente al 26% de ellos.

Según Andalucía Acoge, aunque la presencia de niños en estos asentamientos no es muy numerosa, «es de extrema sensibilidad por las condiciones de pobreza e insalubridad en las que deben desarrollarse». En el caso de los asentamientos de Almería, la ONG alerta de que «la presencia de niños es constante, a diferencia de los de Huelva».

Otro dato clave del informe es la imposibilidad de conseguir una vivienda para salir del asentamiento, pese a que un 82% lleva al menos un año establecido en España. El 92% de las personas entrevistadas afirman que tienen «máxima dificultad para encontrar alojamiento». Las personas que viven en los asentamientos también expresan dificultades para acceder a suministros básicos: un 67% tiene dificultad máxima para tener electricidad y saneamientos.

Respecto a sus condiciones laborales, la ONG Andalucía Acoge destaca que «en general son deficitarias» sobre todos para los que trabajan en situación irregular, teniendo en cuenta que el Convenio del Campo en Almería está caducado desde 2015. El 70% de los que no tienen contrato trabajan más de 8 horas diarias y casi un 18% lo hace los 7 días a la semana. Destaca que un 12% de temporeros afirma haber tenido que pagar por conseguir un contrato.