
Salud
La mitad de la población andaluza padece alguna patología crónica
Un plan de Salud ahonda en la asistencia personalizada y coordina recursos de la Atención Primaria y la hospitalaria

Hipertensión arterial, obesidad, diabetes, tabaquismo, asma, hipotiroidismo, EPOC, insuficiencia cardíaca, trastornos de ansiedad o del estado de ánimo, dermatitis atópica o psoriasis, glaucoma, osteoporosis o enfermedad renal. Son algunas de las patologías crónicas o factores de riesgo que presentan más de 4,5 millones de andaluces. Es decir, casi la mitad de la población en la comunidad autónoma. Con el objetivo de abordar esta compleja realidad clínica la Consejería de Salud y Consumo desarrollará el denominado Plan Andaluz de Atención a la Cronicidad 2025-2028, que prevé la creación progresiva de Unidades de Continuidad Asistencial (UCA) en los hospitales para favorecer la coordinación con la Atención Primaria. Esta medida forma parte del cambio de modelo asistencial que propone este plan y que incluye una reorganización del primer escalafón asistencial para adaptarse a las necesidades de las personas con enfermedades crónicas.
El plan contempla una atención personalizada, basada en acciones sanitarias que «aporten valor, proactiva, continuada entre todos los ámbitos asistenciales, agrupando a los enfermos crónicos con necesidades homogéneas de atención y de cuidados», asegura la Consejería. Así, desarrolla una atención preventiva comunitaria orientada a la promoción de una vida saludable, con inicio desde la infancia, con un modelo transicional de unidades pediátricas a adultas, y con desarrollo de vías clínicas especificas orientadas a los casos más complejos.
Estas Unidades de Continuidad Asistencial (UCA) son nuevas áreas asistenciales que van dirigidas a atender la agudización de la enfermedad crónica, cuando el nivel de gravedad no permite, por una parte, el control en domicilio y, por otra, no requiere la asistencia en urgencia. Se trata de un área asistencial hospitalaria asociada a los servicios de medicina interna, dirigida a la atención de pacientes crónicos complejos, con un modelo de coordinación entre todos los dispositivos asistenciales de atención extrahospitalaria y hospitalaria. El objetivo fundamental de la UCA es «mejorar la calidad de vida del paciente a través de la atención precoz de la descompensación, siempre que ésta no requiera atención en urgencias ni hospitalización directa». De este modo, la UCA desarrollará una respuesta asistencial adaptada a las necesidades cambiantes del paciente, proporcionando una orientación diagnóstica de acto único y recursos terapéuticos de uso parenteral, medicación inhalada o técnicas invasivas evacuadoras.
La UCA, que tendrá un horario de atención de mañana y tarde, será activada por el profesional de atención primaria o del hospital, o por el propio paciente o persona cuidadora.
En Andalucía, hay actualmente siete hospitales (Punta de Europa, Antequera, Regional de Málaga, Virgen del Rocío, Virgen Macarena, Virgen de Valme y San Juan de Dios del Aljarafe) que siguen este modelo UCA con distintos niveles de desarrollo. Ahora se plantea la extensión a la totalidad de hospitales del sistema público.
La mejora de las UCA existentes y el desarrollo en el resto de los hospitales de Andalucía a lo largo de 2026 se enmarca en las 10 acciones fundamentales de la tercera línea estratégica del plan, que están orientadas a mejorar la atención a las personas con enfermedades crónicas complejas.
Con el objetivo de prevenir estas dolencias y mejorar la calidad de vida de las personas con estas patologías, el plan se estructura en cinco líneas estratégicas que comienzan por aprender a cuidarnos para vivir más años con buena salud desde la infancia, con la promoción de hábitos saludables. Los equipos de Atención Primaria liderarán este impulso a la promoción de la salud, apoyado en las enfermeras especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria, en el trabajo en red con los centros de salud o con la generación y mantenimiento de un listado de recursos principales y activos comunitarios para la salud que puedan ser útiles para la población.
La segunda línea estratégica aborda un modelo de cronicidad que cuenta con las personas y se basa en el valor. El objetivo es mejorar la atención a las personas con enfermedades crónicas a través de un enfoque personalizado. La tercera línea estratégica define los criterios de cronicidad compleja y establece la priorización de pacientes adultos y pediátricos, la cuarta ahonda en la investigación, la innovación y la transferencia del conocimiento y la quinta pone la salud digital al servicio de las personas, fomentando el uso de la telemedicina.
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