Medio ambiente

Se seca por segundo año consecutivo la laguna más grande de Doñana

Se trata de "una de las mayores evidencias del deterioro del sistema de lagunas" de este espacio natural

Aspecto que presenta la laguna de Santa Olalla
Aspecto que presenta la laguna de Santa OlallaLa RazónLa Razón

Las previsiones que la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) hacía la última semana de julio se han cumplido y se ha vuelto a secar la laguna permanente más grande del Espacio Natural de Doñana, la de Santa Olalla, por segundo año consecutivo, algo que es la primera vez que ocurre desde que se tienen registros. La Infraestructura Científica y Técnica Singular-Reserva Biológica de Doñana (ICTS-RBD), que sigue el estado de la laguna mediante una cámara, constató ayer su completa desecación, atestiguando, al producirse dos años seguidos, "la grave situación en la que se encuentra el sistema lagunar de Doñana y, con ello, toda la biodiversidad que depende de él", ha informado la EBD-CSIC en un comunicado.

La desecación de Santa Olalla en verano es, a juicio de los científicos, "una de las mayores evidencias del deterioro del sistema de lagunas, indicando la ausencia de refugios acuáticos estivales para la fauna y flora acuáticas del manto eólico de Doñana", dándose la circunstancia de que este 2023 se ha producido unas semanas antes que en 2022. La ICTS-RBD, a través del Programa de Seguimiento, ha constatado que el ciclo hidrológico 2021-22 ha tenido los niveles de precipitación más bajos de los últimos diez años (283mm), lo que no ha mejorado mucho el año actual, en el que las precipitaciones caídas han sido similares (337mm hasta agosto). Además, en ambos años se están registrando temperaturas máximas muy elevadas y la mayor temperatura media anual (18,53°C) registradas.

Pero estos factores no son los únicos causantes del deterioro del sistema lagunar, ya que según un estudio publicado por la EBD-CSIC este año, con los datos recopilados durante 40 años, se constata que el 59 % de las lagunas de mayor tamaño de Doñana han desaparecido ya, algo que también está relacionado la sobreexplotación del acuífero que alimenta este sistema lagunar. El 80 % de estas lagunas se secaron antes de lo que se esperaría con los niveles de temperatura y precipitación registrados y el 84 % se inundaron menos de lo previsto, lo cual evidencia que "la actividad humana está alterando el equilibrio natural de las lagunas y está agravando el problema", han indicado.

Además, también es "preocupante" que el 19 % de las lagunas que aún se mantienen tienen más de la mitad de su cubeta invadida por matorral y pinos, un síntoma de progresivo deterioro y de "inminente desaparición" que ya se detecta especialmente en la zona noroeste del parque nacional y en las lagunas más próximas a Matalascañas, incluyendo a Santa Olalla; y solamente un 10 %, principalmente localizadas en la vera, se mantienen en buen estado. Desde la EBD-CSIC se demanda, para hacer frente a la situación del sistema lagunas, la reducción "urgente" de la cantidad total de agua que se extrae del acuífero hasta unos niveles que permitan su recuperación y frenar la degradación del espacio natural y realizar evaluaciones anuales de la disponibilidad de agua para definir las cantidades máximas de extracción permitidas.

Restablecer la gobernanza de la gestión del agua y la ordenación del territorio en la comarca de Doñana para que estén dentro de la legalidad vigente y, por supuesto, proteger al sector agrícola que opera bajo la legalidad, sin otras de las propuestas. Por último, destacan la importancia de instaurar la Comisión de Trabajo Doñana 2030, aprobada por el Consejo de Participación de Doñana, para "avanzar de manera rápida y coordinada en la resolución de todos los problemas a los que se enfrenta Doñana".