Cien agentes de la Policía y Hacienda desarticulan una banda de narcotráfico que causaba “alarma social” en Sevilla

Agentes de la Policía Nacional y de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, hasta más de un centenar,han desarticulado una importante organización de narcotráfico cuyo centro de operaciones estaba en la urbanización La Hermandad, en Coria del Río (Sevilla). Las autoridades han detenido a veinte personas de todas las edades, desde jóvenes de 20 años a adultos de 62. La banda criminal, más que conocida en el pueblo ribereño del Guadalquivir, provocaba una frecuente “alarma social”, según recalca la Policía.

En el marco de la operación Albur-Currahee, los agentes han intervenido 15.000 euros en efectivo, 4.600 plantas de marihuana que arrojaron un peso total de 241 kilos y gran cantidad de cogollos de marihuana envasados al vacío y dispuestos para su venta en el mercado ilícito, con un peso de 73 kilos, así como cuatro armas de fuego, dos pistolas simuladas, dos carabinas de balines, una escopeta, siete navajas de grandes dimensiones y un vehículo.

La investigación comenzó a principios del verano a raíz de las múltiples quejas vecinales de la urbanización coriana, que conviven de forma habitual con personas dedicadas al tráfico de drogas. Los delincuentes residían en esta zona, que se encuentra fuera del casco urbano de Coria, porque está alejada de núcleos urbanos.

El “macrodispositivo” se produjo el pasado 26 de julio y contó con la participación y el “arduo trabajo” de más de un centenar de agentes, incluidos los policías del Grupo Operativo Especial de Seguridad, la Unidad de Intervención Policial y la Unidad de Prevención y Reacción, así como guías caninos especialistas en encontrar billetes, armas y drogas.

Un juez autorizó nueve entradas y registros en los inmuebles de los principales investigados, todos situados en la urbanización. Durante la operación fueron detenidos veinte hombres y mujeres que trabajaban en el cultivo, la producción y la venta de marihuana, tanto a puerta cerrada como en el exterior. Se les imputan los delitos de tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico, al tener también enganchada la luz de forma fraudulenta, y a alguno de ellos también se le acusa de tenencia ilícita de armas.