Fútbol

Unai Simón consigue detener a Luiz Henrique

El portero del Athletic fue el artífice del empate a cero en un partido muy equilibrado en el campo del Betis

Luiz Henrique centra ante Yeray. AFP7
Luiz Henrique centra ante Yeray. AFP7AFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

Pensaba, tal vez, Luiz Henrique homenajear a Pelé en el día de su óbito. Un chico brasileño de raza negra, espigado y eléctrico, quería reinar en el Benito Villamarín en tributo a «O Rei» e hizo todo lo posible para ello. Pero Unai Simón, el portero titular en la selección del «otro» Luis Enrique, se interpuso en su camino. Athletic y Betis, o sea, empataron a cero su duelo por la Champions en el Benito Villamarín, un desafío entre dos entrenadores que preconizan el «jogo bonito» que se saldó con un choque táctico en el que la responsabilidad embridó a casi todos cuantos tuvieron la intención de salirse del guion.

A los diez minutos, quedó clara la identidad del hombre del partido. Luiz Henrique, quien empezó con su labor minuciosa de martirio de Yuri Berchiche, a quien robó el balón en la zona de medios. Cabalgó el brasileño hasta la frontal del área pero ahí se le apagó la luz, porque le salió un tiro mordido que blocó sin apuros Unai Simón. En la primera parte, el «11» del Betis tuvo otra ocasión clara al rematar demasiado centrado una incursión de Fekir y generó otra oportunidad que no remató de chiripa Álex Moreno, tras un regate seco sobre el lateral zurdo del Athletic.

El otro extremo derecho, Iñaki Williams, quiso darle la réplica al final de la primera mitad, cuando le ganó en velocidad a Álex Moreno, que no es empresa sencilla, y metió un pase de la muerte que despejó in extremis Luiz Felipe cuando Sancet se disponía a embocarla.

La segunda mitad la empezó Luiz Henrique bailando a Berchiche, que hincó la rodilla ante filigranas del brasilero, pero Unai Simón volvió a cerrarle el camino del gol al mantenerse firme en el primer poste y repeler con el pie el tiro sin ángulo. Se fue el extremo a la caseta agotado, cuando lo sustituyó Pellegrini, y ovacionado por una grada que le reconoció tanto su buen partido como el haberlo disputado dos días después del fallecimiento de su padre.

No iba a conformarse Valverde con el repasito que le estaba dando el Betis a un Athletic que sobrevivía gracias a su portero. Por eso refrescó su sector ofensivo con la entrada de Muniain, Raúl García y Berenguer, unos cambios que surtieron efecto porque el campo se inclinó de repente hacia el área de Rui Silva. Ahí se agigante el otro Luiz del Betis, Felipe de segundo nombre, un central poderoso que acompañó en su debut al debutante Félix y que despejó de forma providencial dos balones que estaban a punto de ser rematados por sus rivales.

Su buena actuación, sin embargo, quedó empañada en la última jugada del encuentro porque fue expulsado a causa de una entrada por detrás a Muniain. Hernández Hernández le sacó una roja más que justificada y el italo-brasileño se marchó al vestuario entre imprecaciones hacia el banquillo del Athletic.