Éxito del dispositivo
Cumbre de la ONU: "La disuasión es el factor determinante para la seguridad"
El comandante Óscar Abid detalla el despliegue de la UDAA «Cancerbero» como escudo invisible de la cumbre de la ONU en Sevilla
Hoy termina la IV Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU que ha alterado el ritmo de la ciudad de Sevilla. El dispositivo de seguridad extremo estaba justificado por la presencia de la mayor concentración de jefes de Estado en la capital andaluza desde la Exposición de 1992. Han sido días de incómodas restricciones y atascos en plena ola de calor. El comandante Óscar Abid es el segundo jefe de la Unidad de Defensa Antiaérea (UDAA) Cancerbero, que forma parte del Mando Operativo Aéreo (MOA), que –en esta ocasión– lidera una fuerza conjunta de los tres ejércitos –aérea, marítima y terrestre– para colaborar en la seguridad integral de la cumbre. El comandante explica a LA RAZÓN la misión desarrollada para garantizar la seguridad de un evento de esta índole.
Esta UDAA ha sido creada al efecto para una operación en la que se combinan diferentes sistemas de artillería antiaérea tanto misil como cañón; y que está formada por unos 300 militares de diferentes partes de España. «Su misión es contribuir a la constante vigilancia del espacio aéreo español, y actuar en caso necesario, para garantizar la seguridad en la vida cotidiana de los ciudadanos», explica Abid. Así, dentro de la denominada «Operación Coraza», en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de seguridad locales y del Estado, la Unidad contribuye a la vigilancia del espacio aéreo restringido para la cumbre, y está permanentemente preparada por si tuviera que actuar contra cualquier amenaza que comprometa la seguridad de las delegaciones de los países participantes». Todo ello en una colaboración y coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
El trabajo que ahora se materializa conlleva una «preparación exhaustiva», un despliegue «extraordinario» previamente entrenado y ensayado. «Trabajamos durante todo el año para estar preparados si se nos requiere», subraya el comandante, que detalla los medios técnicos de la unidad: «Radares para la exploración del espacio aéreo, elementos de fuego con los misiles Patriot, Hawk y Mistral, cañón 35/90 Skyguard y una unidad de lucha contra drones (C-UAS), todo ello controlado desde un puesto de mando que asigna las amenazas a combatir».
Ante una nueva generación de amenazas como drones, sabotajes o ciberataques, los miembros de «Cancerbero» reciben un «entrenamiento y preparación constantes». «Utilizamos simuladores, practicamos procedimientos y asistimos a conferencias y ejercicios internacionales donde ponemos en común las enseñanzas obtenidas por países aliados de España», explica. «No podemos cometer errores y para eso nos hemos preparado a conciencia. Estamos bien adiestrados para cumplir nuestra misión en circunstancias muy exigentes, y ese entrenamiento, junto con los valores que profesamos, hace que cumplamos de forma eficaz y satisfactoria nuestro cometido en esta cumbre», añade. Los despliegues a entornos urbanos como Sevilla son «excepcionales». El comandante detalla que se despliegan «en zonas desde donde se pueda cumplir la misión, pero intentando causar el menor trastorno, aunque somos conscientes de que alteramos la vida cotidiana de las personas para garantizar la seguridad». No obstante, tiene la certeza de que «la ciudadanía sabe que sus Fuerzas Armadas garantizan la seguridad y la defensa de España. Servimos a la sociedad, y trabajamos a diario para mantener seguros los espacios terrestres, aéreos, marítimos, ciberespacio y espacial libres de amenazas para que la vida cotidiana trascurra con normalidad».
En su tarea, Abid destaca el papel que juega la anticipación frente a la intervención directa: «La disuasión es el factor determinante para la seguridad. Anticiparse a potenciales elementos hostiles es clave y esto se consigue con sistemas modernos y eficaces que puedan enfrentar cualquier tipo de amenaza. La mejor forma de defender es que los elementos hostiles sean muy conscientes de los problemas que tendrían si intentan atacarnos».
Curiosamente, en esta misión, todo el dispositivo de seguridad se ha encontrado con un enemigo incontrolable. «Nos ha tocado una gran ola en una de las zonas más calurosas de España, pero todo el personal ha sabido adaptarse y ha cumplido su cometido, aunque es duro estar tantas horas bajo el sol. Venimos de todas partes de España, pero a todos nos ha sorprendido el calor de Sevilla».
Para todos los militares que forman la UDAA, con el teniente coronel Jefe al frente, «es un orgullo poder colaborar en garantizar la seguridad no solo de la cumbre, sino principalmente de la ciudad que la acoge, Sevilla. Con la colaboración de todos, y en primer lugar de la ciudadanía, demostramos que Sevilla está más que preparada para acoger un evento de esta trascendencia mundial», concluye.