El prestigio de Montellano para la formación en la medicina rural

Desde que en 2019 el centro de salud de Montellano (perteneciente al Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla) se acreditara para impartir formación en Medicina Rural, ha formado a medio centenar de Médicos Internos Residentes (MIR). Su peculiaridad es el prestigio adquirido estos cinco años con la consolidación de su calidad docente, habiéndose convertido en uno de los centros más demandados y creciendo con la incorporación de la rotación de la enfermería para la formación en el ámbito rural.

La Medicina Rural, integrada en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, es una disciplina propia y diferenciada. Sus profesionales conservan y mantienen las características esenciales de la especialidad de medicina familiar y comunitaria: atención integral continuada y atención a la familia y la comunidad con competencias de transversalidad y condición de aislamiento. Su formación se lleva a cabo durante el tercer año de residencia de los futuros especialistas. Con un mes de rotación, se realiza en un centro de salud o en puntos de atención primaria dichas características de ruralidad. En el caso de Montellano, y según una de sus actuales residentes, Ana Gutiérrez: «Es un centro que aúna esos requisitos con cualidades de una docencia que nos enriquece a nivel profesional y personal y justifican la excelente fama adquirida entre los MIR».

El equipo sanitario de Montellano está dirigido por el enfermero Antonio Román y da cobertura a las localidades de Montellano y Coripe. Ambas distantes 15 kilómetros y situadas en el área sur de la provincia de Sevilla, limítrofes con la provincia de Cádiz. La primera con un centro de salud y la segunda con un consultorio atienden a una población de 8.300 habitantes. Dispone de una plantilla de 24 profesionales: médicos de familia, pediatra, enfermeros, matrona, auxiliar de enfermería, enfermera gestora de casos, trabajadora social, fisioterapeuta, auxiliares administrativos, celadores-conductores de ambulancias. Montellano dispone de una amplia cartera de servicios que recoge la totalidad de los procesos, planes integrales y programas de atención primaria del Servicio Andaluz de Salud. Es el caso de la cirugía menor, planificación familiar, educación maternal, programa de Niño Sano, teledermatología, telecontinuidad de cuidados, deshabituación tabáquica, atención a pacientes con tratamiento anticoagulante oral, prueba del talón, electrocardiograma, espirometrías, retinografías, citología y lavados óticos. Como complemento, el centro pone a disposición de los usuarios numerosos talleres de educación y promoción de la salud, así como un amplio programa de participación ciudadana. Asimismo, cuenta con un servicio de Urgencias, encargadas de atender las emergencias no demorables 24 horas, con guardias y salidas con UVI móvil. Precisamente su condición de zona rural y de especial alejamiento, distante 70 kilómetros del Hospital Universitario de Valme de Sevilla (centro de referencia), aporta a este centro los atributos de la medicina rural: mayor capacidad de resolución en situaciones de emergencia con traslados y urgencias. Su director pone de ejemplo: situaciones de rescate por accidentes en la Sierra de Montellano en la pista de despegue de parapentes y vuelos sin motor o accidentes de tráfico al ser una zona de paso para la playa. Ello condiciona un modelo organizativo diferente en la actividad de consultas, actividad domiciliaria en una zona con una población muy envejecida y dependiente, una estrecha relación entre el personal médico y de enfermería, así como la fortaleza de un trabajo en equipo para salvar las dificultades provocadas por la dispersión geográfica y lejanía de recursos especializados.

Montellano organiza, imparte y tutoriza la formación rotatoria de médicos residentes de tercer año de Medicina Familiar y Comunitaria sobre Medicina Rural, un contenido obligatorio en su especialidad. Para el desarrollo adecuado del programa docente, este centro tiene cuatro tutores. Según su director, durante la rotación el residente tutelado ejercita habilidades teóricas y prácticas necesarias para la asistencia de la consulta a demanda, programada y urgente tanto en el centro sanitario como en domicilio. Por tanto, «la formación rural ofrece un amplio manejo de la Medicina y como ventaja genera una estrecha relación entre el médico, el enfermo, la familia y el entorno comunitario». Concretamente, Montellano le ofrece formación al residente en: formación integral en cirugía menor, infiltraciones y crioterapia; rescate y urgencia en zona de sierra; manejo asistencial de ambulancia tipo C que por sus características sólo se puede utilizar con personal sanitario y programación de sesiones con todo lo relacionado con la actividad de talleres y formación comunitaria de la zona.

Y, asimismo, entre los contenidos docentes, la rotación rural forma a los residentes en las siguientes habilidades: comunicacionales, geriátricas, en tratamiento paliativo oncológico y no oncológico, pediátricas, salud mental, atención familiar, atención primaria orientada a la comunidad, en detección de problemas sociales, en terapias de anticoagulación oral así como en urgencias y emergencias.

El médico y uno de los tutores de estos residentes José María Lora, que lleva desarrollando estas labores docentes en Medicina Rural en este centro desde su acreditación, pone en valor la satisfacción personal como transmisor de conocimientos y las especiales peculiaridades con un punto de urgencias y el alejamiento al centro hospitalario para la completa formación.

Por su parte, la coordinadora de los médicos residentes de Familia del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, Mª Victoria Rodríguez, destaca que: “centros como Montellano ofrecen la posibilidad de un abordaje más completo y comunitario que el ofrecido en mayoría de las veces por la medicina en medio urbano, convirtiéndose en el ámbito donde mejor se mantienen las características fundamentales y diferenciales de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria”.

Por lo que respecta a los residentes, coinciden en calificar de sobresaliente, tanto la formación adquirida en conocimientos y habilidades, como las actitudes docentes del plantel de tutores que han tenido a su disposición: “nos refuerzan el sentimiento vocacional hacia la especialidad médica que hemos elegido mostrándonos una faceta muy humanizada tanto de la docencia como de la asistencia”.