#28M
La terna ansiada para que Sevilla recupere su peso a nivel nacional
Hasta ahora nunca han coincidido populares al mando de Ayuntamiento hispalense, Junta y Gobierno de España
En política nada es casualidad. La llegada de Juanma Moreno a la presidencia de la Junta de Andalucía ha colocado a dos bastiones del Partido Popular como Málaga y Almería en el foco inversor de la comunidad. Es algo palpable en la agenda diaria del Consejo de Gobierno. Y es que la palabra confrontación desaparece cuando se trata de impulsar proyectos y atraer iniciativas. La suma de voluntades resulta mucho más sencilla que la permanente disputa entre administraciones de distinto signo y, cómo no, hay una deuda que pagar. Por eso, Moreno repite que el próximo 28 de mayo no sólo están en juego las alcaldías de los municipios sino la aplicación del modelo de cambio que trata de implantar. En ese objetivo cobran especial relevancia las capitales de provincias y, dentro de ellas, resulta obvio decir que «recuperar Sevilla», tras ocho años de aquella estrepitosa salida de Juan Ignacio Zoido de la Plaza Nueva con pérdida de 40.000 votos , es una obligación para el líder que gobierna la región con mayoría absoluta. No «controlar» la capital andaluza sería un jarro de agua fría la noche de las municipales para los populares. Sobre todo, porque todos intuyen que los resultados del 28M allanarían el camino de Alberto Núñez Feijóo a la Moncloa a final de año.
Pero no es sencillo. Primero, porque Antonio Muñoz, el actual alcalde, se está sabiendo «mover» en precampaña y desde dentro siempre es más sencillo alcanzar el objetivo –incluso entrando de lleno en el mundo de las hermandades de Semana Santa que antes de ser primer edil evitaba–. Segundo, porque el candidato popular, José Luis Sanz, necesita muchos votos para no depender de Vox, con quien está dispuesto a pactar llegado el caso «sin complejos». Las encuestas colocan al exalcalde de Tomares –municipio de referencia en la calidad de vida para los sevillanos– por delante de Muñoz pero queda tanto y las municipales son tan difíciles de predecir, que todo apoyo es bienvenido.
La Semana Santa es una gran oportunidad para que la calle visibilice el gran reto de los populares y para que los sevillanos mediten lo que puede suponer. Nunca hasta ahora han coincidido gobiernos del PP en el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y el Estado español. Sanz está convencido de que la ciudad saldría ganando: «Quiero ser el alcalde que consiga que Sevilla se aproveche en el mejor sentido de la palabra de esa situación», dice. Ese hipotético triunvirato se paseó ayer por el centro histórico en pleno Martes Santos. «Esta visita de Feijóo a Sevilla va a traer mucha suerte a los sevillanos y al PP y va a provocar el cambio político en esta ciudad, que luego se trasladará al resto de España», dijo ayer Sanz.
Hace justo un año y 48 horas fue elegido en Sevilla como nuevo presidente del PP y en esa ocasión no pudo quedarse a la Semana Santa. Ayer se quitó esa «espina» y dio las «gracias» por este año de «unión e ilusión» en el PP, que hoy representa la «alternativa» para un cambio de Gobierno en España.
Tras visitar la Hermandad de San Benito, Feijóo confió en regresar a la Semana Santa en 2024 ya como presidente del Gobierno y recordó las palabras que le dijo en su día Moreno: «Si uno quiere ser presidente es requisito sine qua non venir a la Semana Santa de Sevilla». El líder del PP nacional no solo tuvo tiempo de ver hermandades en la calle y en sus templos –entre ellos el del Gran Poder–, sino de tapear en Casa Ricardo unas exquisitas croquetas.
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