Infraestructuras

El Villamarín del siglo XXI echará a andar en enero de 2025

El Betis descarta "categóricamente" un centro comercial en su estadio y apuesta por un hotel y otros usos

Proyecto ganador del nuevo Estadio Benito Villamarín.REAL BETIS17/08/2023
El Real Betis presenta el nuevo Estadio Benito VillamarínREAL BETISEuropa Press

Las obras que culminarán el nuevo Benito Villamarín se iniciarán el próximo enero, según han informado este miércoles los responsables del club que gestionan el proyecto, con el que se pretende hacer un estadio del siglo XXI que sea utilizado los 365 días del año.

El director general del Betis, Federico Martínez Feria, el consejero responsable de instalaciones, Ozgur Unay; el coordinador del proyecto, Javi Doña; y el director de comunicación del club, Julio Jiménez Heras; han tenido un encuentro con periodistas para trasladar todas inquietudes y datos que rodea a esta obra que dará por cerrado la completa remodelación del estadio verdiblanco.

Después de hacerse en distintas fases tres de los cuatro sectores de la instalación deportiva, queda por ejecutar la demolición de la tribuna principal y la construcción de la nueva, que irá anexa a un novedoso edificio que ocupará una parcela colindante con el estadio.

Para ello, el Betis confía en que los plazos administrativos de cumplan y así se trasladarían al estadio de La Cartuja en enero de 2025 para iniciar las obras del Benito Villamarín, al que se regresará en ese mismo mes de 2027, tras dos años de obras y un presupuesto de construcción que superará en algo los cien millones de euros.

Estaba previsto que este traslado se hiciera para el inicio de la próxima temporada, pero la modificación en los plazos se produce por las obras en La Cartuja para cumplir con los requisitos de la FIFA, en la opción que tiene este recinto para ser una de las sedes del Mundial 2030.

Esta remodelación de La Cartuja, cuya gestión la lleva principalmente la Junta de Andalucía, será incluso beneficiosa para el Betis, según se destacó en esta presentación, al quedarse un estadio con mayor capacidad -unos setenta mil asientos-, sin pistas de atletismo y con mejores accesos.

El proyecto básico del Villamarín pretende estar redactado el próximo junio y ahora el proceso está en plazo de alegaciones de vecinos ante el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla para ajustar las obras al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad, y también pendiente del informe medioambiental de la Junta de Andalucía.

El nuevo Benito Villamarín, que mantendrá un aforo que rondará los sesenta mil espectadores, ya fue presentado el pasado agosto en el Ayuntamiento y sale del proyecto ganador del concurso internacional adjudicado al arquitecto cordobés Rafael de la Hoz y al estudio estadounidense Gensler.

Con él se pretende una mejora urbanística y de los espacios públicos, que repercutirán en la imagen de la ciudad, además de que sea un generador económico y destino turístico en la zona, según destacaron su promotores.

Las dudas generadas entre los vecinos, preocupados sobre todo por la saturación del tráfico de automóviles y los accesos al estadio los días de partidos y también por los denominados 'botellones' que se forman en el barrio de Heliópolis en esta citas .

En este sentido, se especificó que el estadio no gana aforo, por lo que el trafico no debe aumentar, y que además que se trabaja junto al Ayuntamiento par utilizara bolsas de aparcamientos en otros lugares de la ciudad y que sea el servicio público de transporte el que traslade a los aficionados, mientras que el 'botellón' se pretende paliar con los diversos puntos del restauración que tendrá la propia instalación.

Sobre el edifico anexo, se subrayó que no estará ocupado por un centro comercial, ni oficinas, y sí por un hotel, centros relacionados con la salud y el deporte, un auditorio con cuatrocientas plazas y dos plantas de aparcamientos subterráneos con capacidad para unos cuatrocientos automóviles.

El Real Betis ha descartado "categóricamente" que se vaya a implantar una galería comercial en el futuro edificio anexo a su estadio y ha apostado por ubicar allí un hotel y complementarlo con actividades relacionadas con la salud y el deporte. De esta forma, la entidad verdiblanca ha querido despejar cualquier duda acerca de un tema que "causa confusión" entre los vecinos de Heliópolis y no exento de polémica en la Corporación municipal, sobre todo, por parte de la coalición de izquierda Con Podemos-IU.

"Hemos constatado que un centro comercial no es lo más rentable y, además, genera flujos de tráfico indeseados. Sí podría haber algún local comercial junto al edificio". Así se ha puesto de manifiesto en un desayuno informativo este miércoles, celebrado en el propio estadio, en el que han participado, entre otros, los consejeros Ozgur Unay y Federico Martínez.

En opinión de los representantes del club verdiblanco, las alegaciones presentadas por diversas entidades vecinales y colectivos sociales "estaban escritas antes de las reuniones que venimos manteniendo con ellas", desde mediados de marzo, para abordar los detalles del proyecto del nuevo estadio desde el punto urbanístico, de la movilidad y la sostenibilidad. "Gran parte de los pilares en los que se fundamentan esas alegaciones estaba centrada en ese centro comercial".

"Hemos descartado en todas las reuniones con los vecinos, categóricamente, que aquí se fuera a construir un centro comercial. Serán instalaciones o dependencias muy enfocadas al ocio; una plaza hotelera bastante importante y dedicaremos otras superficies al ámbito de la salud y del deporte. Actividades que dan sinergia a lo que es la actividad del Real Betis y que van a complementar la oferta para el barrio, con algunas carencias, aprovechando la ubicación que tenemos", explica Federico Martínez. "Las oficinas es un asunto que está prácticamente descartado porque así nos lo han recomendado los técnicos", apuntan desde el club.

El proyecto, junto a ese nuevo edificio, ubicado en la actual explanada situada junto a la tribuna de Preferencia y con una altura máxima de 47 metros -la cota máxima de la cubierta-, contempla, además, un aparcamiento subterráneo con capacidad para 400 plazas. En una de esas dos plantas proyectadas, se ubicarían los autobuses de los equipos y los equipos móviles de comunicación desplazados los días de partido.

"No hacemos un parking para que los aficionados acudan al estadio en sus vehículos, ya que apostamos por el transporte público"; de este modo, será para dotar de estacionamiento y de servicio a las nuevas dependencias". Un edificio que llegará hasta la calle Doctor Fleming, "que, seguramente, termine siendo peatonal".

Como contrapartida, la construcción del citado edificio anexo llevará consigo que la entidad esté obligada a facilitar al Ayuntamiento unos 3.000 metros para dotaciones públicas, "sin menoscabo de que está previsto que se liberen también unos 2.500 metros del espacio que da a la avenida de La Palmera --actualmente vallado-- y donde se ubicará la entrada al museo". Además, se ha proyectado un auditorio con un aforo para 400 personas con idea de albergar eventos deportivos.

Desde el club también deslizan al respecto la posibilidad de que esos 3.000 metros que deben ceder al Consistorio pueda llevarse a cabo mediante un reparto de metros en distintos inmuebles ubicados en el distrito, "siempre que al Gobierno local le interese no concentrar los servicios públicos en un mismo equipamiento", en este caso en el futuro edificio anexo al estadio.

CONTRARRESTAR EL PROBLEMA DE LAS 'BOTELLONAS'

En cuanto al problema de las 'botellonas', generado por la masiva afluencia de aficionados bebiendo alcohol en las calles en las horas previas a los partidos, desde el club "somos conscientes de la afectación que tiene la actividad del fútbol en este ámbito y ahí ya estamos de la mano con el Ayuntamiento".

En este sentido, "hemos puesto una previa en los aledaños del estadio, delante de nuestra ciudad deportiva -donde está permitida la venta de alcohol y comida, y con aseos habilitados-, y la idea es concentrar esa actividad en los bajos del estadio con las nuevas instalaciones que tenemos proyectadas".

Además, los tornos de seguridad que controlan los accesos al estadio "van a estar muy cerca de la grada", de modo que el aficionado tenga una "oferta de calidad" que le posibilite ir al estadio y consumir alcohol en algún establecimiento del nuevo edificio -en el interior de los estadios no está permitido por ley- "sin que tengan que ser socios, necesariamente, o vayan a asistir luego al partido".

Todo el proyecto gira en torno a un objetivo primordial, que no es otro que ofertar una serie de servicios de restauración y ocio durante todo el año, un concepto que desde la entidad denominan 'Estadio 365'. "Esta oferta global, con experiencias gastronómicas, de ocio y bienestar, está pensada para las previas de los encuentros y para el postpartido, de manera que los aficionados abandonen el estadio de forma escalonada, con lo que se generarían menos problemas de tráfico".

Desde la entidad recalcan que en el proyecto se ha tenido en cuenta las mejoras urbanísticas, la dotación de espacios públicos, el hecho de convertirse en un "icono" de la ciudad, así como un "generador económico del distrito y de la ciudad", sin olvidar "ser un foco de interés turístico en La Palmera".

Precisamente, esto último ha provocado duras críticas en las filas del grupo municipal Con Podemos-IU sea, que al margen de referirse a este proyecto como un "nuevo episodio de urbanismo 'a la carta'", tras la cesión de la citada explanada, de titularidad pública, ha advertido de las consecuencia de la llegada de miles de turistas a estos barrios, la afectación a los servicios públicos y a los accesos a los mismos".