Financiación

Una «trampa» llamada condonación de deuda

La Junta rechaza la quita porque «no supone un dinero extra» y lamenta que es un «pago al independentismo catalán»

María Jesús Montero y Pedro Fernández, en un reciente acto en Sevilla
María Jesús Montero y Pedro Fernández, en un reciente acto en SevillaEPEP

Una «trampa» porque la deuda no desaparece, sino que «se mutualiza y la vamos a seguir pagando todos los españoles». Es lo que considera el Gobierno andaluz, que volvió ayer a mostrar su rechazo al controvertido proyecto de ley que aprobará hoy el Consejo de Ministros por el que el Estado asumirá 83.252 millones de euros de deuda autonómica, de los que el mayor montante, 18.791 millones, correspondería a Andalucía. La portavoz del Ejecutivo andaluz y consejera de Economía, Hacienda y Fondos europeos, Carolina España, aseguró que la medida, en realidad, es «una exigencia del independentismo catalán», concretamente de ERC a cambio de apoyar al socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat.

En una entrevista en Canal Sur Radio, la consejera recordó que Cataluña es una de las comunidades autónomas «con más deuda de toda España». Concretamente, «tiene más del doble de la deuda de Andalucía porque se ha dedicado a despilfarrar durante la pandemia y la época del procés y, al final, ese despilfarro lo vamos a tener que pagar todos los españoles». «Es un pago al chantaje del independentismo», opinó España, apuntando que la condonación de la deuda «no supone, en ningún caso, un dinero extra que llegue a Andalucía ni que llegue a ninguna comunidad autónoma».

A su juicio, si a Andalucía le fueran a llegar «los 18.000 millones de euros en un cheque para poder gastarlo», ahí estaría ella la «primera para decir que sí» porque eso sí sería «bueno» para la región, pero la condonación de deuda que está planteando el Gobierno central es «una amnistía contable y un maquillaje» porque se pasa del «balance de la Junta al balance del Estado».

En este sentido, apuntó que la medida «no nos supondría ni un euro más para invertir en Andalucía ni en sanidad, ni en educación ni en dependencia, no supone más recursos ni para pagar más médicos, ni más profesores, ni para invertir en la mejora de carreteras ni en viviendas».

La consejera remarcó que lo que hace falta es «una reforma del sistema de financiación que acabe con la injusticia que se está produciendo» con Andalucía. También señaló que al independentismo catalán sí «le interesa la condonación» porque ya tiene la «financiación singular y privilegiada» que dará a Cataluña el cien por cien «de los tributos, cuando el resto de comunidades solo recibimos el 50 por ciento de la recaudación».

En la misma línea se expresó el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, tachando la quita de «traición a Andalucía». En una entrevista en Onda Cero, consideró «llamativo» que la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, «se haya convertido al independentismo y ahora pretende imponernos el modelo de financiación singular hecho como un traje a medida para Cataluña para que no lo impongan al conjunto de España, una vez más favoreciendo exclusivamente aquellas comunidades como Cataluña y el independentismo que mantienen en el poder» al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Por su parte, del secretario general del PP-A, Antonio Repullo, subrayó que la condonación «es un engaño» y «uno de los últimos servicios de Montero al sanchismo». «Nos quiere colar la reestructuración de la deuda como si fuera un regalo, cuando es una imposición y un privilegio más del independentismo a cambio de los votos necesarios para mantener a Sánchez en la Moncloa», señaló.

Repullo se mostró convencido de que esta reestructuración «perjudica a quienes vamos al día con nuestras obligaciones y sólo beneficia, cómo no, a los independentistas que han disparado la deuda». Por ello, insistió en que «el engaño de Montero con la deuda sin abordar la infrafinanciación que sufre Andalucía es un parche muy caro que premia la mala gestión de los independentistas». A su juicio, «la verdadera solución radica en un fondo de nivelación justo y una reforma del sistema de financiación autonómica que garantice la equidad territorial sin incentivos perversos».

El dirigente popular insistió en que «es una exigencia que nació del pacto con los independentistas y que Montero pretende blanquear porque no la han pedido las comunidades, excepto Cataluña». «Es la ministra más conocida y la más rechazada por los andaluces», remarcó en referencia a la también líder del PSOE-A.