Marginalidad
Tres Mil Viviendas: el fracaso social que no cesa
Una nueva reyerta, saldada con dos fallecidos, evidencia la tensión en este barrio sevillano lastrado por la pobreza
Es tal la tensión social que se vive diariamente en el barrio de las Tres Mil Viviendas de Sevilla que cualquier chispa que salte puede acabar en un incendio de consecuencias devastadoras. El último ejemplo de esta situación se vivió en la madrugada del pasado lunes, cuando un enfrentamiento entre clanes derivó en una violenta reyerta que se saldó con un fallecido. Los hechos ocurrieron pasada la medianoche. El servicio de emergencias 112 recibió una quincena de llamadas alertando de una pelea multitudinaria en la calle Victoria Domínguez Cerrato. Tal era el nivel de violencia y los gritos que los vecinos se asustaron. Fueron movilizados de inmediato efectivos de la Policía Nacional, de la Policía Local y del 061. Cuando llegaron la escena era dantesca: varias personas permanecían en el suelo con heridas de arma blanca y disparos. Al parecer, el origen del suceso estaba en un conflicto de una pareja. Ella lo echó de casa, lo que provocó la presencia de los miembros de los clanes rivales. Esta persona sacó una escopeta, comenzó a disparar y luego fue atacada con una navaja provocándole heridas que resultaron mortales.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, confirmó que hubo cuatro heridos por arma de fuego y otros dos por arma blanca, que fueron trasladados al cercano hospital Virgen del Rocío. Dos resultaron fallecidos. De momento, hay un detenido menor de edad. La investigación se encuentra abierta y no se descartan nuevos arrestos. La Policía Nacional desplegó durante la mañana de ayer un amplio dispositivo en la zona del tiroteo. Todavía eran visibles los restos del suceso: grandes manchas de sangre en el suelo y desperfectos en las aceras. Los agentes también inspeccionaron una motocicleta que presentaba varios daños.
La indignación vecinal era palpable. La plataforma «Nosotros también somos Sevilla», que aglutina a diversos colectivos del Polígono Sur, lamentó los hechos y denunció que comportamientos así derivan del «problema de impunidad» que existe en la zona como consecuencia de la «dejadez» de las autoridades. Rosario García, portavoz de la plataforma, aseguró a Europa Press que este grave problema «no se termina con una actuación puntual» cada cierto tiempo. En ese sentido, García puso el acento en la «impunidad que hay» en el Polígono Sur, considerando que «las Administraciones siguen dejando a ciertas personas hacer lo que les dé la gana», ante lo cual llamó a reaccionar, a reclamar medidas a los organismos públicos y a no consentir que aspectos como «las revueltas» o las reyertas sean «normalizadas» en el barrio.
A su entender, las Administraciones están demostrando que «por dejadez no son capaces de coger el toro por los cuernos» y combatir de manera efectiva las situaciones de violencia en el Polígono Sur. «Llevamos ya 41 años avisando de que no se actúa contra los violentos», criticó la portavoz vecinal.
Lo cierto es que este barrio soporta un cóctel explosivo con ingredientes letales: marginalidad, desempleo y falta de oportunidades. Esta zona de la capital hispalense lleva ocho años consecutivos encabezando la lista de los barrios más pobres de España, con una renta por persona de 5.816 euros al año, según la encuesta de indicadores urbanos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Pero la realidad es más cruda que los fríos datos. En el barrio continúa latente el problema de las plantaciones ilegales de marihuana. Tal es la falta de oportunidades que muchos vecinos se dedican a este negocio, poniendo en jaque también el suministro eléctrico y originando constantes cortes de luz. El año pasado la Policía Nacional asestó un duro golpe contra un grupo organizado que mantenía cuatro plantaciones y dos puntos de venta en las Tres Mil. Los agentes detuvieron a cinco personas por los delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, pertenencia a grupo criminal, falsedad documental y defraudación del fluido eléctrico. Tan sólo en el barrio intervinieron 1.500 plantas de marihuana, 150 kilogramos de marihuana lista para su distribución, dos armas de fuego, cuatro armas simuladas, diez gramos de cocaína y heroína y casi 80 cartuchos para arma de fuego.
Junto a ello, cabe constatar que las políticas que han aplicado las Administraciones no han dado el resultado esperado. Hace veinte año se creó el Comisionado del Polígono Sur, una figura que coordina la acción de los diferentes organismos públicos –Gobierno, Junta y Ayuntamiento– y las entidades privadas. Se han rehabilitado algunos bloques, pero las actuaciones son insuficientes.
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