Mascotas

Ni facturas disparadas ni la vida de tu mascota en riesgo: el secreto que mejora los viajes con animales

Prepara las vacaciones con tu mascota: desde la documentación al transporte, claves para asegurar su confort y evitar imprevistos

Imagen de archivo de un perro lamiéndo a su dueño
Imagen de archivo de un perro lamiéndo a su dueño istock

Con la temporada estival en el horizonte, cada vez más españoles optan por disfrutar de sus vacaciones en compañía de sus mascotas. Esta tendencia, aunque enriquecedora, exige una planificación pormenorizada para asegurar que el viaje sea una experiencia positiva y segura para todos los implicados. Es fundamental anticiparse a cualquier eventualidad.

En este sentido, un punto de partida irrenunciable reside en la puesta a punto de la documentación del animal. Resulta imprescindible verificar que tanto las vacunas como el microchip estén al día y, si la mascota presenta nerviosismo o ansiedad ante los desplazamientos largos, consultar con el veterinario para valorar las opciones que puedan facilitar su bienestar. Esta previsión es un pilar para evitar sorpresas desagradables.

Asimismo, la elección del alojamiento merece una atención especial. La oferta de establecimientos catalogados como "dog-friendly" ha crecido notablemente, proporcionando espacios adaptados para los animales. Es aconsejable contactar directamente con el hotel o apartamento para conocer sus políticas específicas, las instalaciones disponibles y las actividades permitidas, garantizando así una estancia sin percances.

Claves para un desplazamiento sin sobresaltos

En cuanto al desplazamiento, la logística del viaje, varía sustancialmente según el medio de transporte escogido. Si se opta por el vehículo particular, la seguridad durante el trayecto es primordial. El animal debe viajar en un transportín o jaula homologada, fijado al suelo o anclado de forma segura en el asiento. Son obligatorias las paradas cada dos o tres horas para que la mascota pueda beber, pasear y desahogarse. Bajo ningún concepto debe permanecer sola en el coche, especialmente con altas temperaturas, ni asomar la cabeza por la ventanilla, pues podría sufrir lesiones.

Por otro lado, si la opción es el transporte aéreo, es indispensable contactar con la aerolínea con antelación para informarse sobre su normativa de viaje y la documentación exigida. Habitualmente, las mascotas viajan en la bodega, en un área acondicionada para ellas. En el caso del tren, la normativa ferroviaria detalla condiciones específicas; los perros de asistencia gozan de ventajas, pero el resto de animales de compañía deben ir atados y cumplir con requisitos vinculados a su peso y raza. Se recomienda no alimentar a la mascota justo antes del viaje para evitar posibles mareos y vómitos.

Finalmente, una vez en el destino, facilitar la adaptación al nuevo entorno es crucial. Hay que permitir que el animal explore y se familiarice con la habitación y sus alrededores, colocando su cama, bebedero y comedero en un lugar fijo. Ofrecerle sus juguetes habituales ayudará a que se sienta más seguro. Durante las primeras horas, la tranquilidad es fundamental para que la mascota se habitúe gradualmente. Además, para prevenir extravíos, el perro debe llevar microchip con los datos actualizados y una placa en el collar con un número de teléfono de contacto visible. Para razas catalogadas como potencialmente peligrosas, se deberá portar la licencia correspondiente.