
Hámsters
El truco para mantener a tu hámster muy feliz
Más allá de la clásica rueda, los hámsters necesitan un entorno complejo para un desarrollo pleno y una vida digna

El cuidado animal ya no se limita a alimentación e higiene. Hoy se reconoce que cualquier animal en cautividad, incluidos los roedores domésticos, requiere estímulos para expresar sus comportamientos naturales y asegurar su bienestar integral.
Este enriquecimiento ambiental implica ofrecer recursos que activen las diversas dimensiones del comportamiento: sensorial, alimentaria, estructural, social y de entrenamiento. Para los hámsters, son importantes por su agilidad, instinto exploratorio y actividad nocturna.
La imagen de un hámster en su rueda ha arraigado la idea de que es suficiente. No obstante, aunque el ejercicio es fundamental para su salud, la rueda debe ser solo un elemento más. Ha de ser adecuada, con superficie continua y al menos veinte centímetros de diámetro, permitiendo correr con la espalda recta.
Un hogar que invita a la exploración
Cavar y construir túneles es vital para estos roedores, excavadores por naturaleza. En casa, es importante ofrecerles al menos cinco centímetros de sustrato natural para satisfacer esta necesidad innata, tal y como recoge el medio 20minutos. Más profundidad es bienvenida.
El entorno debe estimular su comportamiento exploratorio. Tubos, refugios, plataformas y escondites son aliados. Rollos de papel higiénico o cajas de cartón pueden transformar el espacio en una zona de recreo dinámica. La rotación frecuente de objetos evita el aburrimiento.
La masticación es otro pilar de enriquecimiento. Sus dientes crecen continuamente, por lo que materiales seguros para roer son una necesidad física y fuente de entretenimiento. Maderas naturales o juguetes específicos son válidos para el desgaste diario.
El enriquecimiento alimentario es de los más importantes. Esparcir el pienso, ocultarlo entre juguetes o incluir premios en laberintos estimula su instinto de búsqueda, un comportamiento natural esencial. Algunos expertos sugieren distribuir la ración en diferentes puntos.
Interacción y desarrollo fuera de la jaula
Aunque muchos hámsters son más activos de noche, pueden interactuar con sus dueños. Sacarlos de la jaula para explorar bajo supervisión es un tipo de enriquecimiento valioso, siempre con precaución.
Un espacio seguro y delimitado con paneles o materiales caseros, permite al animal correr e investigar sin peligro. Evitar otras mascotas, vigilar escapes y mantener cables o plantas tóxicas fuera de alcance es clave. Se pueden preparar pequeñas pistas de obstáculos o zonas con escondites.
Muchos hámsters disfrutan del contacto humano si es respetuoso. Es clave permitir que el animal suba a las manos y que reconozca a su cuidador. Un vínculo paciente y suave genera comodidad, pero jamás debe dejarse suelto sin vigilancia o con riesgo de caída.
Estos roedores pueden aprender trucos, como ponerse de pie. Con premios (semillas, verdura) y sesiones breves, se puede estimular su capacidad cognitiva y fortalecer el lazo.
Las bolas transparentes de ejercicio dividen a los expertos. Aunque parecen útiles, muchos hámsters se sienten atrapados y estresados. Sin supervisión, pueden golpearse. Es preferible optar por un espacio abierto y controlado para un movimiento real.
Un hámster sin estímulos puede desarrollar comportamientos repetitivos, agresividad o apatía. Por el contrario, un hámster en un entorno enriquecido será más activo y saludable, viviendo una vida de mayor calidad.
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