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La anunciada transición climática de la AEMET por fin se materializa este fin de semana: así se encadenará el cambio
Previsión meteorológica del viernes 22 de agosto y el fin de semana

La previsión para los días 22, 23 y 24 de agosto nos sumerge en un periodo de transición climática que, si bien carece de fenómenos significativos, presenta una dinámica sutil pero constante en las condiciones atmosféricas. Así pues, la semana culmina con un patrón meteorológico de la AEMET que invita a la calma, aunque con la advertencia de las inestabilidades vespertinas habituales de esta época del año principalmente en las zonas montañosas.
Viernes 22: mañana y tarde muy diferenciadas
El viernes 22 de agosto se presenta como una jornada de contrastes. La mañana despierta con intervalos nubosos sobre el sistema Ibérico y los Pirineos, un manto de nubes que, sin embargo, cederá el paso a un cielo poco nuboso o despejado en el resto de la región. La calma aparente se verá interrumpida por la tarde, cuando la nubosidad de evolución diurna dé lugar a probables chubascos dispersos en el sur del sistema Ibérico. Paralelamente, en la divisoria del Pirineo, se esperan precipitaciones débiles.
En cuanto a las temperaturas, la jornada transcurrirá sin grandes sobresaltos, salvo por ligeros descensos de las mínimas en el tercio norte y un leve ascenso de las máximas en el Pirineo y la zona de Teruel. El viento, protagonista en el valle del Ebro, soplará moderado del noroeste, mientras que en el resto del territorio se mantendrá flojo y variable, con una predominancia de las componentes norte y oeste al mediodía.
Sábado 23: resplandeciente sol excepto en esta zona aragonesa
Al adentrarnos en el sábado 23, el patrón meteorológico se simplifica. El cielo estará mayormente poco nuboso o despejado, permitiendo que el sol sea el actor principal. Aunque la Agencia Estatal de Meteorología se hace eco de una excepción: en el sistema Ibérico de Teruel la evolución diurna de las nubes podría traer consigo chubascos y tormentas en su mitad oriental.
Las temperaturas experimentarán un cambio más claro: las mínimas ascenderán ligeramente o se mantendrán sin cambios en las zonas montañosas, mientras que en el resto descenderán. Lo más notable será el ascenso generalizado de las máximas, presagiando una jornada más cálida. Serán de 30 en Huesca y Teruel y 32 en Zaragoza.
Conforme a los vientos, estos serán de tipo flojo y variables, con tan solo intervalos de brisa del noroeste en el valle del Ebro durante las primeras horas del día.
Domingo 24: así finaliza la transición atmosférica
El último día de la semana, el 24 de agosto, marcará la culminación de esta transición. El cielo, inicialmente poco nuboso o despejado, tenderá a cubrirse con la entrada de nubes altas por el oeste, anunciando una modificación en las condiciones atmosféricas.
La inestabilidad diurna se mantendrá con la formación de nubosidad de evolución en el sistema Ibérico y los Pirineos, acompañada de chubascos y tormentas. Las temperaturas mínimas continuarán su ascenso, que en algunas áreas podría ser notable, y las máximas seguirán la misma tendencia, salvo en los Pirineos, donde se mantendrán estables o incluso descenderán ligeramente.
El viento, por su lado, presentará una clara división geográfica: la depresión del Ebro recibirá brisas de componente este, mientras que en el resto del territorio, el viento será flojo y variable, con un predominio del sur durante la tarde.
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