El castillo de Montearagón: un viaje al esplendor de la reconquista

El Castillo de Montearagón, situado en Quicena, ha vuelto a brillar gracias a un innovador programa de visitas guiadas y a una restauración meticulosa. Este monumento, clave en la reconquista y repoblación del Altoaragón, ha atraído a más de 2.000 visitantes, ofreciendo una experiencia inmersiva en la historia medieval de España.

Restauración y resurgimiento del castillo de Montearagón

El perfil de Montearagón ha cambiado significativamente en el último año debido a las obras de restauración y consolidación realizadas por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). Con una inversión de 1.726.520 euros, lo que antes era una ruina se ha transformado en un monumento atractivo y accesible. La restauración no solo ha mejorado la estructura del castillo, sino que también ha permitido la apertura de la magnífica iglesia ocupada hasta 1835 por monjes agustinos de Loarre, un espacio casi desconocido debido a problemas estructurales previos.

¿Cómo visitar el castillo de Montearagón?

El Laboratorio de Desarrollo, Historia y Patrimonio de la Universidad de Zaragoza (HPLaB), dirigido por Darío Español-Solana, es la entidad encargada del programa de visitas guiadas. Este programa se basa en la intermediación didáctica, proporcionando a los visitantes una experiencia educativa y entretenida. Los grupos, limitados a 30 personas por motivos de conservación y seguridad, se adentran en el castillo para descubrir cómo se preparaban las armas, cómo se tejía y cómo se desarrollaban los actos litúrgicos en la época medieval. Estas visitas también incluyen recreaciones históricas, que aumentan la sensación de inmersión en el pasado.

Historia del Castillo de Montearagón

El recorrido comienza en el siglo XI, permitiendo a los visitantes conocer en detalle las estructuras del castillo de Montearagón, cuya construcción fue ordenada por Sancho Ramírez en 1086. Tras la reconquista de Huesca por el rey Pedro I, Montearagón se convirtió en uno de los monasterios más influyentes de Aragón. Sin embargo, la Desamortización de 1835 provocó su abandono y deterioro. La reciente restauración ha permitido redescubrir su esplendor original, revelando restos del pavimento y cerámicas originales.

Reacciones y futuro

Los visitantes han quedado impresionados con la restauración y las visitas guiadas. La iglesia primitiva de finales del siglo XI, con su cripta románica abovedada y la reproducción fotográfica del altar mayor, ha sido especialmente destacada. El palacio abacial y las dependencias de los canónigos, distribuidas en torno a dos claustros, también lucen casi como en las recreaciones virtuales utilizadas por los guías.

Español-Solana destaca que la propuesta está diseñada para un público familiar, y se espera que la afluencia de visitantes aumente durante los meses de verano, cuando Montearagón estará abierto todos los días y contará con una nueva página web turística. Los visitantes actuales provienen principalmente de Aragón, con notable presencia de residentes de comunidades vecinas y algunos turistas internacionales, especialmente de Francia e Italia.

Adecuación de servicios y proyectos futuros

El Ayuntamiento de Quicena, en colaboración con la Diputación Provincial de Huesca, está trabajando en la adecuación de los servicios para turistas, incluyendo la creación de un espacio de estacionamiento y un centro de visitantes. Rafael Blasco, alcalde de Quicena, destaca el impacto positivo de la reapertura del castillo en el turismo local y expresa su orgullo por el proyecto.

Reservas y actividades complementarias

Las visitas guiadas, que cuestan cinco euros (gratis para niños de 0 a 6 años), son lideradas por guías historiadores y titulados, con diferentes horarios según el día de apertura. Las reservas pueden realizarse por teléfono (622573497 mediante WhatsApp o llamada), en el correo montearagon@hplab.es

Estas visitas estarán disponibles los fines de semana y festivos hasta el 30 de septiembre, con disponibilidad diaria en julio y agosto. Además, se ofrecerán actividades complementarias como recreaciones históricas (entrada de ocho euros) y contenido digital accesible tanto en medios digitales como en el centro de visitantes del castillo.