Tampoco ababol

Ni es un pueblo ni un oficio: este es el sorprendente significado de alparcero

Descubre la definición de una palabra aragonesa que, desde luego, no te dejaría en muy buen lugar si te la gritan

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Espiando
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Podría parecer el curioso nombre de un pueblo de la comunidad aragonesa -no sería de extrañar porque existen nombres del Teruel profundo tan peculiares como Pancrudo o Cosa- o, también, la denominación de un gremio tan tradicional como el de los cesteros o losa ceramistas, pero no, alparcero no es quien confecciona artesanalmente alpargatas.

Con estos ejemplos, claramente se deduce lo que este vocablo tan aragonés quiere decir: ¡No seas alparcero y aléjate de ahí¡ ¡Es un alparcero de cuidado! o la popular expresión ¡Pues no se queda mirando el muy alparcero!, son solo tres muestras de cómo se usa esta palabra que, seguramente, tenga un lugar relevante en el Diccionario de aragonesismos de la lengua española.

Es un ataque directo a quien pone oído a todo

La definición que los académicos de la RAE otorgan a este adjetivo es directa y reveladora: ‘Dicho de una persona: Habladora y chismosa’. Esta segunda apreciación es crucial para entender bien las connotaciones de la palabra original de la fabla aragonesa. Si en algún momento alguien te tilda de alparcero en público, lejos de estar ensalzando tus habilidades comunicativas o tu elocuencia como comunicador, estará insinuando, de manera más o menos velada, que eres un cotilla o metomentodo. Así pues, recibir este apelativo no es precisamente un halago, sino más bien una advertencia sobre tu propensión a los correveidiles.

Ababol, sinónimo de amapola, tiene este otro significado

Pero alparcero no es el único adjetivo con ADN aragonés capaz de dejar a uno en mal lugar. Si un zaragozano, un oscense o un turolense te define como ababol, la calificación tampoco será precisamente positiva. Aunque el término también posee una acepción botánica, refiriéndose en tierras aragonesas y navarras a la delicada amapola que enrojece los campos en esta estación del año, en el contexto coloquial tiene un significado bien diferente.

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, ababol es también un condescendiente apelativo que da a entender que eres una ‘persona distraída, simple o abobada’. Por tanto, ser llamado ababol en la comunidad aragonesa implica ser percibido como alguien ingenuo, nada perspicaz y bastante despistado. Un bobo, vaya.

Ababol o alparcero están incluidos en el Diccionario de aragonesismos de la lengua española

Así pues, estas dos palabras con origen en Aragón, "alparcero" y "ababol", son claro ejemplo de cómo el lenguaje local atesora matices y acepciones que jamás uno podría imaginar si uno no vive en los pueblos donde se usan con cotidianidad.

Pequeñas reliquias semánticas que reflejan la idiosincrasia y la manera de comprender el mundo de los aragoneses. Su inclusión oficial en el diccionario de la RAE no solo pone en valor su existencia y uso habitual, sino que también ayuda a enriquecer la lengua castellana en nuestro país. Sobre todo, para entender lo que te dicen y no parecer un ababol.