Testimonio de presunta víctima de violación, ahora con estrés postraumático: el acusado es "un hombre peligroso por sus relaciones y entorno"

La víctima de la presunta violación en las fiestas de Jaca (2022) ha reconocido en su testimonio ante el juez que conocía al supuesto agresor desde hacía bastantes años atrás, pero a la vez ha negado rotundamente que mantuviera con él una relación sexual consentida el 27 de junio de aquel fatídico verano, día en el que ocurrieron los hechos.

El supuesto agresor sexual, juzgado este mismo miércoles en la Audiencia Provincial de Huesca como posible responsable del violento acto, se enfrenta a una petición de 15 años de cárcel.

La persiguió de camino a casa

Declaraciones que también han coincidido en parte con las de la presunta víctima, pues ha confirmado que efectivamente conocía a esta desde hacía mucho tiempo atrás, pero que sin embargo la relación sexual que se juzga existió y fue en todo momento consentida.

Una relación de amistad que, según ha testificado la presunta la víctima, estaba justo en el momento de los deleznables hechos en su peor momento. Al parecer, le pidió al acusado que le cuidara la casa durante un viaje de ella a su país de origen y se encontró con una desagradable sorpresa a su llegada: a su vuelta se encontró una casa totalmente desordenada y sucia.

Le obligó, presuntamente, a practicarle una felación

Según la presunta agredida sexualmente, ‘la noche de autos’ esta salió del recinto ferial de Jaca para volverse a su casa, momento en el que el supuesto violador la agarró del brazo y del pelo y le obligó a practicarle una felación. Pero la cosa no quedó ahí porque según ha seguido relatando esta, el joven la siguió en su camino. "Creía que podría controlarle", ha expresado.

La mujer, que ha dejado constancia de sus continuados intentos de evitar la agresión en todo momento, ha explicado ante el magistrado que decidió volver al recinto ferial porque tenía "miedo de quedarse sola". Allí es donde no pudo más y rompió a llorar delante de los muchos vecinos de Jaca allí congregados, Uno de ellos es quien convenció a la joven para presentar una denuncia por los hechos acaecidos.

Desde entonces sufre estrés postraumático diagnosticado

Una posible víctima que, desde entonces, sufre un trastorno de estrés postraumático diagnosticado por los médicos agravado además por la depresión que sufría previamente y que le llevó a aislarse socialmente. Y es que, según también ha mencionado sobre el perfil del presunto agresor, este era "un hombre peligroso por sus relaciones y entorno".

Además de los 15 años de prisión que la fiscalía y los abogados defensores de la joven solicitan, también se exige para el acusado una orden de alejamiento durante el mismo periodo de tiempo y una indemnización de hasta 100.000 euros por los daños morales y las graves secuelas generadas a la presunta víctima.