El refugio a 1.560 metros del que te vas a enamorar desconectando y comiendo fabada en Asturias

Después de las fiestas navideñas el cuerpo pide rutina, aire libre, deporte y fuera excesos. La naturaleza es sabia y después de semanas de comilonas y excesos ahora es tiempo de volver las costumbres que nos mantienen en forma todo el año. Pero decir vuelta a la rutina no debe de equivocarse con que esta sea aburrida, para nada, hay que retomar las buenas acciones y cuál mejor se puede hacer en Asturias que disfrutar de la montaña, del aire libre, de la naturaleza y de un buen guiso de cuchara.

Si a todo esto le sumamos que te vamos a descubrir un refugio en plena montaña, a 1.560 metros de altura y donde te van a tratar a cuerpo de rey, ya poco más le puedes pedir a la entrada de 2025. El lema de quienes regentan este alojamiento de naturaleza, montaña y deliciosa gastronomía de puchero es "salud, amor y montaña" y con esas tres palabras te vas a quedar dándole vueltas a la cabeza si optas por ir al refugio del Meicín.

Ubicado en el macizo de Ubiña, se accede desde el pueblo de Tuiza de Arriba, donde hay una carretera que une Campomanes con el puerto de la Cubilla. Allí hay un amplio aparcamiento donde puedes dejar el vehículo y a tan solo 50 metros del alojamiento.

Como se ubica dentro del Parque Natural de Las Ubiñas no es de extrañar que el entorno sea una auténtica joya de la naturaleza, y ofrece muchas rutas de montaña de diferente dificultad para que puedas explorarlas.

Este parque fue escenario de combates durante la guerra civil y aún se mantienen construcciones defensivas que se pueden visitar. También puedes ascender a picos tan conocidos como Collao o Terreros. Otra ascensión que vas a disfrutar es subir hasta Peña Cerreos, es una ruta que sale desde Tuiza, pasa por el refugio y continua hasta esta hermosa cima, desde la que puedes apreciar toda la belleza de la Cordillera Cantábrica.

El encanto del refugio reside en quedarse a dormir en plena montaña y reponer fuerzas en un lugar que siempre es casa y donde se cocinan los platos más tradicionales de la gastronomía asturiana, como el pote o la fabada. Hay opciones para vegetarianos y gente con intolerancias y todos los postres son también caseros.

Patas con huevo y chorizo, callos, guisos... todo son opciones riquísimas para recuperarse de un día en la montaña en uno de los parajes más bonitos de Asturias y en un refugio en donde sus propietarios te mimarán como si fuesen tu madre. No te lo pierdas, es la esencia de la Asturias más auténtica.