Bogotá

Patarroyo vence a los ecologistas y utilizará monos para investigar la malaria

Un tribunal colombiano decidió que el inmunólogo Manuel Elkin Patarroyo, descubridor de la vacuna contra la malaria, podrá utilizar cierto tipo de monos de la Amazonía en los experimentos con los que busca perfeccionar su hallazgo, informaron medios locales.

El Consejo de Estado se pronunció a favor del científico en una demanda de ambientalistas que hace años acusaron a su equipo de «tráfico ilegal» de monos en la región amazónica de la triple frontera de Colombia con Brasil y Perú, lo que paralizó sus investigaciones.

El fallo señala que para que Patarroyo pueda volver a utilizar esos animales debe cumplir con una serie de requisitos de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía (Corpoamazonía).

«Una vez se entregue el informe por parte de la entidad competente (Corpoamazonía) y este sea favorable porque se han cumplido las condiciones exigidas para el otorgamiento de los permisos», Patarroyo podrá usar monos de la Amazonía para sus experimentos, señala el Consejo de Estado en su decisión.

La Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic), de la que es director Patarroyo, había interpuesto una acción de tutela (recurso de amparo) contra una decisión anterior de la Sección Tercera Subsección C, de ese mismo tribunal en la que se le suspendía el permiso al científico para investigar con monos.

Ahora Corpoamazonía tendrá un plazo de 30 días para rendir un informe en el que diga si la Fidic ha cumplido con las exigencias y condiciones impuestas para el otorgamiento del permiso para el proyecto «Captura y estudio de investigación científica en diversidad biológica de primates en la cuenca del Río Amazonas en el Trapecio Amazónico colombiano».

El alto tribunal señala que pese a la oposición ejercida por grupos de defensores de animales «aquellos grupos olvidan los adelantos que la medicina ha logrado en relación con enfermedades como el Alzheimer que cuenta con 25 millones de afectados en el mundo o la diabetes, con 150 millones de afectados».

«Progresos que no hubiesen sido posibles si previamente no se hubiere ensayado las nuevas sustancias o los nuevos tratamientos en diferentes especies de animales», agrega el fallo divulgado por diversos medios locales.

El Consejo de Estado añade que en el caso de la Fidic, la utilización de los monos «Aotus vociferans», «no es caprichosa o producto del simple querer de los investigadores».

Patarroyo, que descubrió en 1987 la primera vacuna contra la malaria, con un rango de protección del 40 % y cuya patente donó a la ONU, ha seguido investigando para aumentar su efectividad.

En una entrevista con Efe el año pasado Patarroyo señaló que actualmente su equipo tiene «capacidad de protección del orden del 80 %» en la vacuna de la malaria, proceso que se ha retrasado por la denuncia de los ambientalistas.

Según dijo entonces el científico, la denuncia es «injustificada» y «absolutamente absurda», pues no es siquiera por maltrato o muerte de los animales, sino porque supuestamente los monos son capturados a unos metros de la frontera selvática, donde prácticamente no hay límites entre los tres países.