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Alimentación
Marisco: Estos son los beneficios para la salud más allá de su delicioso sabor
Moluscos y crustáceos son una importante fuente de proteínas y nutrientes
Los pescados y mariscos son protagonistas de la gastronomía navideña de España. Más allá de su sabor, los mariscos aportan numerosos beneficios para nuestra salud. Son una importante fuente de proteínas, vitaminas y minerales y, en general, aportan poca cantidad de calorías y grasas, ya que su contenido en grasa tiene valores inferiores al 2%. Aunque hay que recordar que es mejor consumir de forma moderada las cabezas de los crustáceos por su contenido en cadmio y algunos no están recomendados para personas con el colesterol alto.
Los mariscos más consumidos se dividen en moluscos y crustáceos. Los moluscos se clasifican a su vez en bivalvos, como almeja, berberecho, chirla, coquina, mejillón, navaja y ostra; gasterópodos, como el bígaro, y cefalópodos, en los que se incluyen el calamar, el pulpo y la sepia.
Por su parte, los crustáceos se dividen en decápodos, que incluyen camarones, langostinos, cangrejos, bogavante, langosta, cigala, carabinero, gamba, langostino, buey de mar, cangrejo de mar, centollo y nécora; y cirrípedos, donde se clasifican los percebes.
Estas son las propiedades de los mariscos más populares en España, según recoge la empresa El langostino de Sanlúcar.
Almejas
Las almejas son uno de los mariscos más deliciosos y nutritivos dado su alto contenido en proteínas de alta calidad nutricional y sales minerales esenciales como el hierro, potasio y calcio. Pueden considerarse como el marisco más sano porque son ricas en vitaminas de tipo B, en especial B12. La B12 o cobalamina, es buena para metabolizar las grasas, para el sistema nervioso y para el cerebro, así como para la formación de la sangre y de varias proteínas. Así, la almeja es beneficiosa para personas con anemia, fortalece las defensas y es buena para el corazón, los dientes y los huesos. Además, son bajas en grasas.
Langostinos
Los langostinos tienen numerosas propiedades nutricionales. Así, tienen un alto contenido en vitamina B3, B9, B12 e E. Además, aportan magnesio, selenio, sodio y hierro. Son ricos en proteínas y bajos en grasa e hidratos de carbono. El langostino de Sanlúcar se distingue de otros langostinos en sus resistentes bigotes, en la coloración verde pálido o amarillento, con manchas transversales marrones discontinuas en el caparazón y en el abdomen.
Cigalas de coral
Destaca respecto de otros mariscos por su bajo contenido en calorías. Poseen, por su parte, un alto contenido en potasio y yodo, necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso. También aporta un alto contenido en fósforo y calcio, por lo que ayuda al mantenimiento de huesos y dientes. Además, incluyen buena cantidad proteínas y aminoácidos esenciales. Las personas con gota deben moderar su consumo debido a su contenido en purinas, mientras que lo que tienen el colesterol alto también deben racionar su ingesta. Las cigalas congeladas aportan casi los mismos nutrientes que las frescas.
Gambas
Son muy valoradas por su contenido nutricional ya que la gamba tiene una proteína ligera, de fácil absorción, que aporta vitamina B y E, además de hierro, zinc, calcio y fósforo. Las rojas abundan en el Mar Mediterráneo y las gambas blancas de Huelva en el Atlántico. Este crustáceo de cuerpo alargado, habita en suelos arenosos del litoral andaluz onubense a profundidades de 180 y 450 metros.
Bogavante
El bogavante es un marisco muy saludable especialmente rico en ácidos grasos omega 3. Además, proporciona tantas grasas poliinsaturadas como el pescado azul y aporta pocas calorías. Es uno de los mariscos más nutritivos, rico en vitaminas B3, B12 y A, así como en minerales como el potasio, el yodo y el hierro. La vitamina A es muy buena para la vista. En cuanto a la B3 o niacina, permite la regeneración del ADN, es esencial en el ciclo energético de las células, actúa en la eliminación de tóxicos del cuerpo, y participa en las hormonas sexuales y del estrés.
Carabinero
Su valor calórico es relativamente bajo, de unas 105 calorías cada 100 gramos de carne, pero no está recomendado para personas con el colesterol alto. Una opción interesante es el aceite de carabinero que se realiza por tempura a baja temperatura de cabezas de carabinero en aceite de girasol natural, con lo que se obtiene aceite de carabineros. A los beneficios del carabinero se le suman los que aporta el aceite de girasol, como sus ácidos grasos omega 6 que mejoran la circulación y ayudan a regular el sistema nervioso. Además, protege la piel y le da un aspecto más juvenil gracias a sus antioxidantes, minerales y vitaminas.
Patas rusas de cangrejo
Estas patas proceden de cangrejos de gran tamaño que se encuentran en aguas profundas y son muy apreciadas por la suavidad de su sabor. Son fuente de magnesio, sodio, calcio y zinc y destacan por su alto contenido en vitaminas B6, B12 y A.
Buey de mar
El buey de mar es un crustáceo de alto nivel proteico y, al igual que el cangrejo, es moderado en grasas (1 g de grasa por cada 100 g de carne). Cuenta también con un aporte rico en yodo, magnesio y sodio; así como vitaminas B12, B3 y E. También destaca por su aporte de riboflavina y zinc. Este crustáceo habita en el mar del Norte, al norte del océano Atlántico y en el mar Mediterráneo.
Mejillones y ostras
Los mejillones y las ostras tienen un alto contenido en cromo, oligoelemento que potencia la acción de la insulina por lo que podría ser beneficioso para los diabéticos. Un meta-análisis llevado a cabo recientemente que integró los resultados de 41 estudios halló que los suplementos de cromo parecen mejorar el control del azúcar en sangre entre quienes padecen diabetes tipo 2. No obstante, sus autores advierten de la necesidad de realizar estudios clínicos bien diseñados que puedan confirmar este resultado
Bocas de Cangrejo
Las bocas son las grandes pinzas de los cangrejos. El cangrejo de mar es más nutritivo que el cangrejo de río y esto se debe a que su contenido proteico y lípido es más elevado. También, la grasa es buena y en ella se destacan los ácidos grasos mono y poliinsaturados. Su carne es una buena fuente de proteínas y unido a su bajo contenido en grasa le otorga un gran valor nutricional. Cuenta con un contenido alto de omega 3 y ácidos grasos cardiosaludables. Brindan altas cantidades de yodo y zinc, y medidas moderadas de sodio y magnesio.
Langosta de mar salvaje
La carne de este crustáceo tiene un rico valor nutricional, alto en colesterol. Contiene minerales y vitaminas que contribuyen con la salud de nuestro organismo. No tiene casi carbohidratos ni grasas y es alta en yodo. La langosta es un crustáceo que habita las profundidades de los mares, a no más de cien metros de profundidad, y su carne es muy apreciada en la gastronomía. Su peso promedio va entre los 700 gramos y los 7 kilos, y puede alcanzar unas dimensiones entre 25 y 50 centímetros.
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