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Cómo congelar el marisco ahora para ahorrar en Navidad

La cesta de compra se encarece en los días previos a las fiestas

El pescado y el marisco son de los productos que más se encarecen en Navidad
El pescado y el marisco son de los productos que más se encarecen en NavidadAlberto R. RoldánLa Razón

Comprar algunos alimentos típicos de Navidad días antes de las fiestas pueden suponer un importante ahorro en la cesta de la compra. Es el caso de los mariscos y pescados, que en los días previos a las festividades pueden hasta duplicar su precio.

Ser previsor, comprar con antelación y congelar permite también ahorrar en tiempo y poder elegir los mejores productos. Sin embargo, hay que conocer algunas pautas de congelación para que los alimentos conserven todas sus propiedades y sabor una vez descongelados para ser consumidos.

Para congelar marisco es necesario tener un congelador que permita mantenerlos a -18 grados o menos. En caso de que la nevara tenga la opción de ultra congelar, se debe activar cuando se introduzca el producto. De esta forma, la temperatura bajará rápidamente y no se formarán cristales de hielos.

Desde Mariscos O Grove dan algunos trucos para lograr una congelación perfecta dependiendo del producto. Así, recomiendan que algunos bivalvos, como los percebes gallegos, las ostras y los vieiras, se consuman frescos. Pero en caso de no ser así, para congelarlos es necesario guardarlos crudos en bolsas al vacío y meterlos en el congelador.

En el caso de los mariscos más grandes, como las nécoras, los bogavantes o las centollas, se recomienda congelarlos cocidos para que no pierdan el sabor. Estos crustáceos se deben comprar vivos, una vez muertos, se cuecen y se reservan hasta que se enfrían. Cuando ya están a temperatura ambiente se envuelven en un paño humedecido con el agua de la cocción y se introducen en una bolsa de vacío. En el caso de las centollas se deben almacenar con las patas hacia arriba para que no pierdan el caldo, según Mariscos O Grove.

Las gambas, langostinos o cigalas también se pueden congelar tanto crudos como cocidos y no es necesario pelarlos, ya que se pueden congelar con las cáscara.

Si alguno de los mariscos comprados con antelación se van a cocinar a la plancha, lo mejor es congelarlos crudos.

En el caso de los berberechos, las navajas, las almejas o los mejillones, se recomienda limpiar las conchas y quitarles las “barbas”. Se congelan en vivo, no sin antes revisar que no hay ninguno muerto o en mal estado.

Para descongelar todos estos productos, tanto los cocidos como los crudos, es necesario pasarlos al menos 12 horas horas antes a la nevera y consumirlos antes de 24 horas.

Una opción más económica para tomar marisco en las fiestas navideñas es comprarlo ya congelado. En el caso de productos envasados al vacío, hay dos métodos para descongelarlos. El primero es pasarlos a la nevera varias otras antes. El segundo, sumergirlos en agua fría dentro sin quitar el envoltorio. De esta forma, el proceso de descongelación es más rápido.

Por su parte, los mariscos crudos congelados con cáscara, como langostinos y gambas, se pueden introducir en agua con sal y un poco de hielos hasta que se descongelen completamente.

Es importante recordar que ningún alimento debe ser descongelado a temperatura ambiente en la encimera de la cocina.