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Historia y Ciencia

El misterioso lugar de España donde unos chimpancés cambiaron la forma de viajar por la historia

Este experimento convirtió una casa en un hito mundial y demostró que pensar no es solo cosa de humanos

El misterioso lugar de España donde unos chimpancés cambiaron la forma de viajar por la historia queeniesdailysnippets

A simple vista, la Casa Amarilla del Puerto de la Cruz, en Tenerife, parece una vivienda más entre plataneras y caminos. Sin embargo, tras sus paredes se esconde una de las historias más fascinantes que han ocurrido en Canarias. Hace más de un siglo, mientras Europa se hundía en la Primera Guerra Mundial, un grupo de investigadores observaba allí cómo un puñado de chimpancésresolvía problemas con una inteligencia que sorprendió al mundo. Así, en un rincón tranquilo del norte de la isla, nació una nueva manera de entender la mente animal, y también una página extraordinaria del patrimonio científico insular.

El profesor Wolfgang Köhler asumió la dirección de aquel proyecto a finales de 1913 y convirtió la pequeña finca en un auténtico laboratorio de ideas. Las pruebas eran tan simples como reveladoras. Los primates debían alcanzar alimentos fuera de su alcance, mover puertas, apilar cajas, o construir rudimentarias herramientas con palos. Lo que más asombró al científico fue la rapidez con que los chimpancés parecían “entender” la solución tras observar el entorno, como si un destello interior los guiara. Aquel fenómeno, conocido como “insight”, marcó un antes y un después en la psicología moderna y colocó a Tenerife en el mapa internacional de la ciencia.

No todo el mérito recayó en Köhler. En la sombra trabajaba Manuel González, apodado por los vecinos “Manuel el de los machangos”, responsable del cuidado diario de los animales. Su paciencia, su conocimiento del clima y su habilidad para mantenerlos tranquilos fueron esenciales para el éxito de los experimentos. La estación contaba además con equipos de filmación y un fonógrafo Edison, algo excepcional en aquellos años, lo que permitió registrar en imágenes la primera película científica rodada en Canarias.

El capítulo humano tuvo también tintes de intriga. Con el estallido de la guerra en 1914, crecieron las sospechas entre algunos residentes británicos, que llegaron a insinuar que la estación era un centro de espionaje alemán. Las dificultades económicas y el aislamiento agravaron la situación. Finalmente, Köhler regresó a Alemania en 1920 y el centro cerró sus puertas poco después. Los chimpancés fueron trasladados al zoológico de Berlín, donde no lograron sobrevivir mucho tiempo.

El paso del tiempo no ha tratado bien al edificio. En 1999 fue declarado Bien de Interés Cultural, pero una sentencia judicial anuló la protección tres años más tarde. Hoy, el inmueble se mantiene en pie, aunque su deterioro recuerda la necesidad urgente de conservar un espacio que forma parte de la identidad científica y cultural del Archipiélago.

Cómo llegar a la Casa Amarilla

Para quienes viajan por el norte de Tenerife, acercarse a la Casa Amarilla es una parada obligada. Se puede llegar fácilmente desde el centro del Puerto de la Cruz y completar la jornada con visitas al Jardín Botánico o al valle de La Orotava. La experiencia tiene algo de viaje en el tiempo, un paseo por el lugar donde la curiosidad humana rompió barreras y nos enseñó que la inteligencia no es patrimonio exclusivo de nuestra especie.