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Sucesos

Once años de cárcel por hacer estallar una bomba casera en la casa de la expareja de un traficante

Sobre una de las paredes de la vivienda apareció un mensaje: "paga"

Once años de cárcel por hacer estallar una bomba casera en la casa de la expareja de un traficante Europapress

La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha confirmado la condena a 11 años de prisión a un hombre que hizo estallar una bomba casera en una vivienda de Santa Cruz de Tenerife, dentro de un ajuste de cuentas vinculado al tráfico de drogas. La sentencia, dada a conocer este miércoles por la oficina de comunicación del tribunal, ratifica íntegramente el fallo dictado por la Audiencia Provincial.

El tribunal también mantiene la obligación de indemnizar a la víctima por los desperfectos ocasionados en su vivienda y de abonar 4.192,37 euros a la compañía de seguros, además de asumir los costes médicos de otra mujer que sufrió secuelas por la explosión.

Los hechos se remontan a una disputa derivada del negocio de las drogas. Según el relato judicial, el acusado buscaba cobrar una deuda pendiente y, para lograrlo, decidió sembrar el miedo colocando un artefacto explosivo en la casa de la expareja del presunto deudor y lo detonó poco después.

El estallido sacudió la zona y provocó daños materiales en varias viviendas del entorno. Sobre una de las paredes apareció un mensaje pintado a toda prisa: “paga”. Una sola palabra que resumía la naturaleza del ataque y la amenaza implícita que escondía.

El TSJC ha resaltado la “exhaustividad y el rigor técnico” de la investigación policial, que logró reconstruir el recorrido del acusado con pruebas indiciarias contundentes. Los agentes rastrearon comunicaciones telefónicas, recopilaron testimonios de testigos y coimputados y cruzaron datos que acabaron por tejer una red probatoria sólida.

Gracias a esa labor, la justicia ha considerado plenamente acreditado que el condenado fue quien fabricó y activó el explosivo con la intención de amedrentar a su objetivo y cobrar por la fuerza lo que creía que le correspondía.