Misterio
La playa más salvaje de España guarda una mansión envuelta en misterio
Un núcleo de apenas 25 viviendas, un cementerio y un edificio que aparece y desaparece
Canarias nunca ha entendido de estaciones ni se espera que lo haga. Mientras el turismo de verano - aunque ya está concluyendo- llena aeropuertos y playas, el archipiélago despliega durante todo el año un catálogo inagotable de paisajes, senderos volcánicos y rincones con mucha historia. En ese mapa de tesoros, Cofete -en la costa de Barlovento, dentro del Parque Natural de Jandía- impone respeto y admiración. Una playa kilométrica, salvaje, custodiada por montañas y viento, y un pequeño caserío en el centro.
La escena la completan las Casas de Cofete, un núcleo mínimo de apenas 25 viviendas y un cementerio mirando al Atlántico y, en lo alto, una construcción que agita la imaginación de propios y extraños: Villa Winter. Su imagen aparece y desaparece entre nubes bajas como un personaje secundario que, sin hablar, se roba la película.
Una playa monumental y un poblado mínimo
Cofete no es solo un lugar de dunas y mar; es un paisaje que se siente. Aislado, con acceso por pistas de tierra y un entorno protegido, el poblado mantiene su escala doméstica con casas bajas y una vida muy tranquila. Ese contraste -inmensidad natural y comunidad diminuta- es parte del hechizo.
Villa Winter
La Casa Winter, levantada en 1946, exhibe una distribución tan ambiciosa como inusual para el lugar, con muros gruesos, puertas tapiadas, túneles que alimentan teorías y un búnker que encierra otras. La gran torre nororiental ofrece una vista de 360 grados y un balcón desde el que el horizonte parece no tener fin. Es arquitectura de escala rotunda en un páramo magnético.
Mito, rumor y dudas razonables
Alrededor de Villa Winter se han tejido historias de todo tipo. Una, especialmente pintoresca, asegura que la finca se alzó sobre terrenos con la misma forma y proporción que Fuerteventura, perfectamente orientados a su posición real en el mapa. Pero la leyenda más difundida es la que conecta la villa con el Tercer Reich, presentándola como base de aprovisionamiento de submarinos nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Los datos, sin embargo, enfrían la épica. Las aguas de Cofete son poco profundas para operaciones de ese tipo y la construcción terminó tras el conflicto, de modo que el relato encaja mejor en la literatura oral que en un parte oficial.
Patrimonio natural y relato humano
Con o sin leyendas, Cofete y su caserío concentran lo esencial de Canarias, qe como siempre es naturaleza, memoria popular y una atracción difícil de explicar. La playa pide prudencia; el poblado, respeto; y la villa, distancia.