Canarias
A sus 100 años, Juan cumple su sueño de conocer Canarias: "Todo en las Islas me gusta mucho"
Durante su estancia, se convirtió en todo un embajador de Gran Canaria
Los sueños no tienen fecha de caducidad. Y si no, que se lo digan a Juan, un andaluz centenario que cumplió una ilusión que había guardado durante toda su vida: conocer las Islas Canarias. A sus 100 años y tres meses, Juan ha pisado por primera vez el Archipiélago en un viaje cargado de emociones, organizado por la UD Las Palmas en colaboración con la asociación Adopta un Abuelo.
"Por fin, a mis 100 años y un cuarto, he podido cumplir mi sueño de conocer Canarias", expresó Juan con una sonrisa imborrable. Durante su estancia, se convirtió en todo un embajador de Gran Canaria, recorriendo la isla de norte a sur, saboreando su gastronomía, conociendo de cerca deportes autóctonos como la lucha canaria y disfrutando de lugares turísticos y culturales emblemáticos.
Pero uno de los momentos más especiales llegó en el Estadio de Gran Canaria, donde Juan vivió desde las gradas la emoción de un partido entre la UD Las Palmas y el Rayo Vallecano, el pasado 9 de mayo. El club le brindó una calurosa bienvenida: fue homenajeado por la afición, conoció a exjugadores como Manolo López y Paquito Ortiz, e incluso saludó a la mascota del equipo. El presidente de la entidad, Miguel Ángel Ramírez, le entregó una camiseta personalizada que emocionó profundamente al visitante centenario.
"Todo en Canarias me gusta mucho", declaró Juan, visiblemente conmovido al contemplar el Atlántico por primera vez. Su viaje ha sido una celebración de vida, de memoria y de gratitud.
La iniciativa ha sido posible gracias a Adopta un Abuelo, una organización que trabaja desde hace años para combatir la soledad no deseada en las personas mayores, fomentando su reconocimiento social y emocional a través de actividades, voluntariado y experiencias transformadoras. Con sede en Madrid y presencia en todo el país, la asociación promueve un envejecimiento más humano, activo y acompañado.
La historia de Juan no solo inspira, también recuerda que nunca es tarde para soñar… ni para cumplir sueños.