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Año y medio menos de cárcel para este joven de 25 años después de asesinar a su abuela en Malagón (Ciudad Real)

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El Tribunal Supremo ha rebajado la pena de prisión en un año y medio a Óscar Sánchez quien fue condenado a 20 años de prisión por asesinar a su propia abuela en enero del 2022 en el municipio de Malagón (Ciudad Real). 

El TS ha admitido el recurso de casación de la defensa del autor del crimen teniendo en consideración la circunstancia atenuante de confesión. Por ello, ha fijado la nueva pena en 18 años y seis meses de cárcel para el asesino que entonces tenía 25 años.

Cabe señalar que Óscar Sánchez reconoció los hechos delictivos y confesó donde se encontraba el adorno metálico con el que golpeó en más de diez ocasiones a su abuela al ser detenido por la Guardia Civil

"El recurrente acude voluntariamente a la policía y en el curso de su comparecencia, y antes de conocer que el procedimiento se dirigía contra él, no solo reconoce nuclearmente los hechos por los que ha sido condenado como autor de un delito de asesinato, sino que facilita, también, la localización del instrumento utilizado en su causación del que previamente se había deshecho, lanzándolo a un cubo de basura", recoge el dictamen del Supremo. 

Cronología del crimen

El día del crimen Óscar había estado consumiendo cocaína y caballo durante toda la tarde y posteriormente acudió a casa de su abuela a devolverle una nevera que le había prestado.

Cabe señalar que el joven debía una cantidad dinero a la anciana que le había prestado "para pagar unas vacunas para su hija", según argumentó el acusado en el juicio.

"Entré en el portal y lo siguiente que recuerdo son mis manos llenas de sangre y mi abuela tirada en el suelo", relataba Óscar en la Audiencia Provincial de Ciudad Real alegando que no recordaba ni cómo ni porqué golpeó a su abuela.

Según la fiscal, el joven empleó un adorno metálico con forma de cabeza de perro para agredir a su abuela que después envolvió en un calcetín y tiró a un contenedor de reciclaje cercano. 

Poco después Óscar se personó en el cuartel de la Guardia Civil más cercano y confesó que había agredido a su abuelo con un adorno en la cabeza.