Un otoño de agua y obras
La sequía prolongada que sufre la región obliga a la realización de obras que garanticen los abastecimientos y también los entornos naturales
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Un pequeño pueblo a quince kilómetros de Ciudad Real, Fernán Caballero, tiene las llaves de agua que llegan a la capital. A través del embalse de Gasset, se suministra al principal núcleo de población urbana de la provincia agua en cantidad y calidad suficiente. La falta de precipitaciones alargada en el tiempo ha producido que en ocasiones hicieran falta trasvases desde otro pantano, el de la Torre de Abraham.
En cuanto al regadío, la situación es algo más complicada. Por ello, la Junta ha inaugurado recientemente unas obras de modernización que optimizan de manera considerable el uso del agua por parte de los regantes. El propio presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, era el encargado de hacerlo para darle así aún mayor visibilidad e importancia al eterno problema del agua que sufre la región.
El Tajo-Segura no es el único problema importante del agua cuando se habla de Castilla-La Mancha
“No vamos a ser conformistas con el agua, no hemos llegado a la foto final”, dijo precisamente en ese marco el jefe del Ejecutivo autónomo. “Mientras aquí nos apretamos la cantimplora en otros lugares no”, indicó en referencia, por ejemplo, a datos que señalan que mientras que en el resto del país un 23% es la proporción existente entre cultivos de regadío y secano, en Castilla-La Mancha esa proporción desciende al 16%. “Si no usamos el agua es porque no la tenemos”.
Estas obras de modernización del regadío en el entorno del embalse de Gasset van a beneficiar a trescientos agricultores de la zona y suponen una inversión de más de cinco millones de euros, de los que la mitad han sido aportados por el Gobierno regional. En total, mil hectáreas serán cubiertas con esta nueva modalidad de regadío.
En este mismo sentido, el consejero de Agricultura, Julián Martínez Lizán, indicó que el 64% del regadío de la comunidad autónoma es eficiente y con riego localizado, lo que “indica la implicación de los regantes y de la administración regional a la hora de afrontar estos retos, retos que van a seguir avanzando con un nuevo Plan Director de Regadíos”.
Junto a la obra del Gasset, que ya estaba prevista, ha habido que poner en marcha otra serie de actuaciones durante este final del verano y principio del otoño para salvar las contingencias sobrevenidas, en este caso, de la DANA que azotó el centro de la Península Ibérica el pasado 3 de septiembre.
La envergadura de la tormenta fue tal que ocasionó un daño descomunal en uno de los sistemas integrales para abastecer de agua el norte de la provincia de Toledo. La tubería que unía el embalse de Picadas con esta zona de la comunidad autónoma sufrió graves desperfectos que hubo que arreglar contrarreloj.
La falta de lluvias amenaza entornos naturales tan ricos y diversos como las Tablas de Daimel
Miles de personas veían amenazado el suministro de agua en la Sagra, probablemente la comarca más populosa en la actualidad de Castilla-La Mancha. La rápida actuación solventó la contingencia y puso a prueba la capacidad de respuesta de cientos de operarios que trabajaron a destajo y sin descanso durante varios días.
La falta de lluvias también provoca la desecación de entornos naturales como las Tablas de Daimiel, un parque nacional de suma importancia por la creación de ricos, diversos y variados ecosistemas que, sin embargo, en la actualidad se encuentra seriamente amenazado.
De las mil setecientas hectáreas que tiene el parque, tan sólo seis se encuentran encharcadas, provocando una catástrofe ecológica sin parangón. Cierto es que no se ha llegado a la situación de primeros de este siglo, cuando comenzó a arder la turba, masa vegetal interior del subsuelo de este rico paraje.
En la actualidad, la Junta de Comunidades se plantea realizar unas obras de emergencia en el entorno, según indicó en Onda Cero la delegada en Ciudad Real, Blanca Fernández. En este caso, se trataría de la activación de un nuevo bombeo de emergencia situado en la Isla del Pan con el objetivo de conseguir una lámina mínima estable de agua.
Para ello, se va a utilizar la concesión de algo más de dos hectómetros cúbicos de agua que tiene las Tablas a través de los pozos de emergencia. De esta forma, se trataría de preservar un lugar verdaderamente único en la zona, que ve cómo la espada de Damocles que representa la sequía pende sobre su futuro.
Por tanto, no sólo es el Tajo-Segura el problema del agua cuando se habla de Castilla-La Mancha. Son diferentes cuestiones que acechan y que complican aún más las cosas cuando se prolongan períodos de sequía tan extensos.