Ferrocarril

La Alta Velocidad ferroviaria como palanca contra la despoblación en Castilla y León

Piden que la caducidad de los abonos en su periodo temporal de uso sea fija

Viajeros en la estación del Ave en Segovia
Viajeros en la estación del Ave en SegoviaIcal

La noticia que se conocía hace unos días de que Renfe ampliará a partir del próximo 7 de junio su oferta de trenes AVE y de Larga Distancia hasta los 252 vehículos semanales, lo que beneficiará a las ciudades de Salamanca, León, Palencia, Valladolid y Segovia, ha sido acogida con agrado desde la Asociación de Usuarios del AVE en Valladolid. Si bien, como advierte a LA RAZÓN su presidente, Carlos Perfecto, esta medida está enfocada al turismo y se felicita por ello, «ya que es un sector que hay que recuperar», dice, pero recuerda que aún está pendiente el restablecimiento de líneas y frecuencias de los trenes de media distancia que se suspendieron por la pandemia en los distintos corredores hacia Madrid, como el Tren Madrugador entre Zamora y la capital de España, que usan los trabajadores y estudiantes de esta Comunidad. También, Perfecto asegura que está por resolver que haya una «apuesta decidida» desde el Gobierno autonómico por los trenes Alvia y Avant como palanca contra la despoblación.

Y, al respecto, alerta de que en poco más de un mes, concretamente el 30 de junio, acabará el plazo de una de las medidas que la Asociación peleó durante muchos años para ayudar a las miles de familias de esta Comunidad que utilizan estos trenes cada día, y que es la extensión de la caducidadde los abonos en su periodo temporal de uso. Una medida que incluye un abono de diez viajes con ocho días de uso y caducidad que pasó a veinte días, y otro más de treinta días para uso y caducidad que pasó a 60.

«Esta medida es muy importante porque supone un ahorro para los usuarios de estos trenes pero también echa una mano a los que están teletrabajando», destaca el también miembro de la directiva en la Federación de Usuarios de Alta Velocidad en Castilla y León, quien pide un esfuerzo a la Junta ante el inminente fin de la medida para que esta extensión de la caducidad se convierta en fija. Al respecto, asegura que es el Gobierno regional el que puede actuar sobre el precio del abono, ya sea con ayudas o incentivos fiscales, para que Renfe pueda mantener el servicio y las frecuencias también.

Perfecto insiste en que el tiempo se acaba y pide a la Junta que actúe ya ante el nuevo escenario laboral existente por la pandemia como es la proliferación del teletrabajo, «para ayudar a los empadronados con domicilio fiscal en la Comunidad para que sigan viviendo aquí, pero también a los que quieren regresar». En este sentido, señala que tiene constancia de al menos 560 personas de León, Zamora, Palencia, Salamanca y Valladolid que trabajan en Madrid están esperando incentivos o ayudas de la Junta para volver a Castilla y León a vivir aunque mantengan fuera su puesto de trabajo, pero aprovechándose de las ventajas del Cercanías del siglo XXI, como así denomina a la alta velocidad ferroviaria, «aún por explotar frente a la pérdida de población de la Región.

Un gasto inasumible

Y lanza una reflexión, cuando apunta que con la crisis del coronavirus está volviendo gente que se ha quedado sin trabajo y que no aporta nada a las Cuentas públicas mientras que los que sí puedan ingresar se tienen que ir o no pueden volver porque no pueden gastarse los 588 euros mensuales que le cuesta a un trabajador o estudiante de Valladolid ir a Madrid y volver cada día, a lo que habría que sumar unos 50 euros del abono del transporte metropolitano para moverse por la capital del país. «Un gasto inasumible para l mayoría», dice.