Siete de cada diez ayuntamientos han rendido sus Cuentas

En un año 2020 marcado por la pandemia del coronavirus, con lo que ello ha supuesto en cuanto a paralización de la actividad del país en todos los ámbitos, el Consejo de Cuentas de Castilla y León ha puesto de manifiesto su importancia reconvirtiéndose para seguirvelando por el normal funcionamiento de las instituciones, tanto en lo económico como en lo financiero.

La Memoria de 2020 de esta institución que preside Mario Amilivia y ha entregado este miércoles al presidente de las Cortes, Luis Fuentes, así lo pone de manifiesto. Así, cabe señalar que siete de cada diez ayuntamientos de la Región han rendido sus Cuentas ante este órgano fiscalizador, una cifra satisfactoria que revela la buena salud de la gozan en su conjunto las entidades locales y, por ende, la propia Comunidad.

Además, durante el último año el grado de cumplimiento de las recomendaciones que emite el Consejo de Cuentas por parte de la Junta de Castilla y León, que es la única administración que pasa por el control fiscalizador cada ejercicio, se ha duplicado, al pasar del 31 por ciento de l 2019 al 60 por ciento del 2020.

“En un año tan duro y tan difícil como el pasado por la pandemia, el Consejo de Cuentas ha estado a la altura y ha sabido reconvertirse para no detener su función fiscalizadora del cumplimiento de la gestión económica y financiera de las instituciones públicas”, destacaba el presidente del Parlamento regional tras recibir la Memoria de 2020, donde, además, recordaba que rendir cuentas es algo obligado por parte de los gestores públicos.

Y es que la pandemia no solo no ha frenado la actividad del Consejo de Cuentas sino que esta se ha incrementado de forma considerable durante todo el 2020. De hecho, esta institución propia celebraba el pasado año hasta 28 sesiones plenarias entre presenciales y por videoconferencia en las que se adoptaban 112 acuerdos y se daban luz verde a catorce informes, uno más que la media anual, que elevan a 206 el total de la serie histórica del órgano fiscalizador de la Comunidad. Entre ellos, destacan el de fiscalización de la aplicación de las medidas aprobadas en las Cortes en materia de despoblación en las entidades locales de la Comunidad- un informe que se presentará el 17 de junio ante la Comisión de Economía y Hacienda-, o las resoluciones sobre las medidas a adoptar para la gestión de la crisis sanitaria.

Asimismo, el presidente Mario Amilivia ha comparecido en el parlamento autonómico para dar cuenta de los acuerdos y de hasta 28 informes en diez ocasiones, justo el doble que un año antes, con especial hincapié cuando presentó a sus señorías el Plan Anual de Fiscalizaciones. Entre estos, destaca el de seguimiento de las recomendaciones, con respecto al ejercicio 2019, que puso de manifiesto un grado de aceptación del 69 por ciento, ocho puntos más que el año anterior, en el conjunto de las instituciones públicas.

De cara al futuro, Amilivia reafirma su apuestapor que la Comunidad aborde un conjunto de reformas normativas, tanto para reforzar la autonomía orgánica y funcional del Consejo de Cuentas como para estimular la rendición de cuentas y, por tanto, mejorar la transparencia de los entes fiscalizados. Una petición que ya ha trasladado a los grupos parlamentarios con la que el órgano fiscalizador de la Comunidad pretende, además, dotar al personal de la institución de un régimen coherente con su alta cualificación, de manera que esta institución propia pueda seguir cumpliendo su cometido estatutario con la plena garantía de ofrecer un buen servicio a los ciudadanos.