Seguridad
Así se enfrenta la Guardia Civil a un atentado terrorista
Agentes del Instituto Armado realizan un simulacro en la estación de autobuses de la localidad zamorana de Villalpando
Sufrir un atentado terrorista en la calle mientras paseas o te encuentras disfrutando de un concierto o comiendo en un restaurante es algo tristemente habitual en los últimos tiempos de este siglo XXI.
No hay día en cualquier parte del mundo en el que no haya que lamentar un atentado terrorista, ya sea mediante un coche bomba, arrollando a personas con un vehículo de grandes dimensiones, como ocurrió en Barcelona o en Cambrils, atacando salas de fiesta o periódicos como en París, o bien por la actuación de un suicida que se inmola en nombre de Alá, o por el ataque de otro terrorista con un arma blanca a los viandantes en la calle, como ocurrió en Londres hace cuatro años, donde murió el español Iñaki Echeverría plantando cara a un terrorista con su monopatín.
Son ataques terroristas que se dan principalmente en grandes ciudades, pero los pueblos y lugares más pequeños pueden ser también diana y sus habitantes o turistas víctimas de cualquier ataque terrorista.
Por ello, desde la Guardia Civil se trabaja cada día para estar listos y dispuestos ante cualquier ataque terrorista que pueda producirse en el medio rural. Como por ejemplo ha pasado en la localidad zamorana de Villalpando, donde el Instituto Armado ha llevado a cabo un simulacro de atentado terrorista, que se saldaba con éxito.
El entrenamiento se llevaba a cabo en el área de servicio y la estación de autobuses de esta localidad, después de requerirse de forma ficticia la presencia policial ante un atentado con arma blanca de forma indiscriminada contra varios ciudadanos que se encontraban en el establecimiento.
Varias dotaciones de servicio de la Guardia Civil se trasladaban al lugar del suceso y, una vez constatada la naturaleza terrorista de la incidencia, se llevó a cabo el despliegue del resto de efectivos de las distintas unidades y especialidades de la Benemérita que deberían actuar si el acontecimiento hubiera sido real, según explicaron fuentes de la Comandancia de Zamora.
El fin de la actuación fue neutralizar la amenaza, asegurar la zona y evacuar a las posibles víctimas y usuarios del establecimiento.
El objetivo de este tipo de simulacros es reflejar los acontecimientos registrados durante el desarrollo de una incidencia de carácter terrorista para comprobar la eficacia de las actuaciones realizadas y la gestión de la respuesta de las distintas unidades de la Comandancia ante ese tipo de situaciones, en las que se pudiera requerir la neutralización inmediata de un atentado súbito.
Asimismo, se pretende recoger las posibles mejoras que se pudieran observar y establecer las medidas correctoras que resultaran de su aplicación.
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