
Ganadería
Éxito de la «Subasta Nacional de Ganado Bovino» con la que se ha cerrado «Salamaq 25»
Muchos ejemplares superaron los 5.000 euros en sus ventas

Cientos de personas volvieron a participar en una de las actividades con más tradición de la Feria «Salamaq 25», que cerró ayer sus puertas en el recinto ferial de la Diputación de Salamanca. El certamen contó con ejemplares que han participado en la 36 Exposición Internacional de Ganado Puro contará con 107 cabezas de ocho razas.
La calidad de los ejemplares y los precios alcanzados han convertido la cita en un verdadero espectáculo para ganaderos y aficionados. La exitosa subasta destacó por los numerosos ejemplares han superado los 5.000 euros en sus ventas, consolidando la cita como un escaparate de referencia para ganado de alta calidad.
El ejemplar más cotizado ha sido «Traviesu», de la ganadería David Díaz Tejón, que alcanzó los 5.300 euros, partiendo de un precio de salida de 1.800 euros. También destacaron los 16 machos de la ganadería asturiana de los valles se vendieron por precios que oscilaron entre los 5.300 y los 2.300 euros. Pero estos no fueron los únicos participantes, ya que también se vendieron con precios muy altos ejemplares de la «Charolesa», de la «Limusina»; y de la «Blonta de Aquitania», que hicieron las delicias del público asistente.
Jornadas Profesionales
Por otra parte, la última jornada de Salamaq celebró los VIII Encuentros Profesionales del Vacuno de Carne, organizados por Nanta, en los que a través de una mesa redonda se han analizado los modelos productivos, tecnológicos y nutricionales para el desarrollo del vacuno de carne.
Constantino Álvarez Díez, director técnico adjunto de vacuno de carne de Nutreco Animal Nutrition, ha sido el encargado de hacer la presentación de la jornada, cuyo objetivo era analizar “cómo está evolucionando el sector del vacuno de carne de cebo”, que lo está haciendo a “pasos agigantados en los últimos años” a modelos que ya existen en otras especies como el porcino y el pollo.
Se ha querido enseñar la realidad a la gente, porque actualmente se están imponiendo empresas grandes integradoras y cooperativas que lo saben hacer bien y funciona muy bien.
Para ello, en la mesa redonda han participado representantes de “la cooperativa más grande de la provincia de Salamanca, que está funcionando muy bien, y de empresas integradoras que están apostando por el sector a nivel de volúmenes grandes, integrando naves y en las que hay cabida para todo el mundo”.
La mesa redonda también ha servido para hablar de ayudas que existen, por ejemplo, para montar naves nuevas, para gente que está empezando, que “pueden aprovechar para convivir con su labor de agricultura y ganadería”; además de para saber un poco más de cómo las nuevas tecnologías pueden ayudar a los ganaderos.
Realizada la presentación se ha dado paso a la mesa redonda, moderada por Carlos Pérez Sánchez, STC de rumiantes de Nanta; en la que ha participado Javier Briñón, director comercial de Aviporc, empresa especialista en equipamiento ganadero, en construcción y en equipamiento de naves; quien se ha centrado sobre todo en el diseño de instalaciones, de construcción de granjas y de tecnificaciones.
Según ha explicado Briñón, desde Aviporc casi no tratan directamente con el ganadero, sino que lo hacen con integradoras, con grandes empresas. Ahora se requiere de mucha más tecnificación, por lo que desde su empresa “asesoramos al cliente y se hace una granja desde el principio, pensando en cómo va a quedar al final”.
Hoy en día los sistemas de ventilación, de contención, de manejo, la seguridad para el personal que trabaja en la granja… hay que englobarlos dentro del proyecto, por lo que tratan directamente con las ingenierías, con grandes empresas integradoras, que son “las que dan las directrices con su experiencia y nosotros asesoramos con nuestra experiencia en todo lo que se hace”.
El ganadero, si quiere, ya no tiene que encargarse de nada a la hora de construir una granja, porque desde esta empresa pueden “darle el servicio llave en mano, o sea, encargarnos de todo; o un traje a medida, montarle el equipamiento o un sistema de ventilación o un sistema de alimentación, un poquito trabajamos a demanda del cliente, pero tenemos todas las posibilidades”.
Y la instalación se hace pensando tanto en normativas de las instituciones como en marcas de calidad, que muchas veces son más restrictivas que las propias normativas; en función del sello de calidad con el que vaya a trabajar el ganadero y sus directrices, se hace el diseño.
La sede de Aviporcse encuentra en Castilla y León, aunque realizan proyectos a nivel nacional, “porque al final nuestras instalaciones requieren de una postventa, un mantenimiento, un servicio de averías; por lo que donde más ágiles somos es en Castilla y León, pero también estamos presentes en Galicia, en Portugal, en el norte (Asturias, Cantabria…)”.
Como complemento a esa construcción de naves ganaderas se encuentra el trabajo que se realiza desde DEPFARM, empresa que se dedica a la monitorización de explotaciones ganaderas. Diego Sainz, cofundador de DEPFARM , ha sido el encargado de hablar en la mesa redonda de la aplicación y sistema que han creado, que es “uno de los primeros grandes pasos para la digitalización del vacuno de cebo”.
A través de sensórica instalada en las granjas, que principalmente son cámaras, y mediante algoritmos de inteligencia artificial, controlan lo que hace cada animal, su comportamiento, y analizando esos patrones de comportamiento, incluido el alimenticio, son capaces de saber si ese animal se está poniendo enfermo o no, y alertar al ganadero para que tome las medidas necesarias lo antes posible.

La profesionalización de sector y el relevo generacional están haciendo que estos sistemas se impongan cada vez más; los cuales nacen desde dentro del propio sector, “de conocer cuál es la problemática concreta y cómo es la forma de trabajar en un cebadero”. Como la instalación es muy sencilla, se colocan las cámaras en el cebadero porque está pensada para el intensivo, al ganadero le resulta muy cómodo trabajar con este sistema.
Sobre todo, permite poder llevar esta explotación sin tener que ser esclavo de ella, porque el sistema avisa, por ejemplo, si hay animales enfermos; en ese caso, permite hacer un seguimiento de los animales que están enfermos, saber si están mejorando o no, lo que da mucha tranquilidad y permite compaginar mejor la vida personal y laboral. Hay que tener en cuenta que se trata de un sistema de inteligencia artificial autónoma, que es el que analiza las imágenes y los patrones de comportamiento y la actividad, y envía la alerta automáticamente al ganadero.
Octavio Gonzalo, gerente de la cooperativa Dehesa Grande, especializada en el sector del vacuno de carne, ha sido otro de los participantes y el encargado de dar la visión del papel que juegan las cooperativas en el mundo de la comercialización y también de cómo el aspecto sanitario puede influir en los mercados a nivel comercial.
Es importante señalar que el modelo cooperativo se basa en la transparencia; los propios ganaderos, los productores son los dueños de la empresa, que cuentan con un equipo técnico que les hace el trabajo y se encarga de coordinar a ambas partes para comercializar su producto. El mayor interés de los ganaderos es dormir tranquilos, saber que el cobro está asegurado y que el precio sea razonable. En este sentido, la cooperativa es “la mejor herramienta para ello, porque el productor sabe lo que se está haciendo en su casa”.
Durante su intervención, Octavio Gonzalo ha incidido en que ahora se está viviendo un momento muy complicado en el vacuno de carne por la escasez de oferta de producción, por lo que se cuenta con unos precios récord que hacen que la situación del productor sea buenísima; pero la bajada de censo va a afectar a la industria de la alimentación animal, a los mataderos, carniceros, etc. Por ello, ha hablado de que integrar la producción probablemente vaya a ser lo mejor para ser más eficientes a la hora de producir.
Respecto al campo de la nutrición, que es otro de los apartados de la jornada, en Dehesa Grande cuentan con un técnico que gestiona la nutrición en la cooperativa e incluso negocia el precio y la calidad; además de encargarse de otras cuestiones como temas relacionados con certificación, bienestar animal, etiquetado… “Tenemos un pliego de etiquetado a través del cual elaboramos la nutrición de los animales con una fórmula muy natural y, a la vez, que sea competitiva para que sea rentable al productor cebar, y en ese sentido, tenemos nuestro equipo técnico y consideramos que estamos en la vanguardia”.
El director técnico de Miguel Vergara Grupo, Javier Rubio, por su parte, se ha encargado de explicar el modelo de integración que tienen y los sistemas que utilizan tanto en extensivo como en externo. Se trata de un sistema en el que “nosotros pagamos a un integrado por animal y mes, que los cuida, y nosotros ponemos el resto del servicio, servicio veterinario, asesoramiento técnico, el pienso, los medicamentos, le ayudamos en cuanto a los temas administrativos, que cada vez son más complejos. Aparte de eso, nosotros tenemos granjas en propiedad y fincas en propiedad, pero la manera que tenemos de crecer, que es nuestro fin a corto plazo, es en base a la integración en este mercado”.
En lo que se refiere a la nutrición de los animales, en Miguel Vergara Grupo controlan todo lo que es el tema de alimentación, “le buscamos la fábrica, incluso a veces gestionamos los propios pedidos y el abastecimiento para que nunca falte a los animales, el manejo del pienso, el sistema que pueda ser en tolvas, en pasillo; y en función de la granja, asesoramos al ganadero sobre cuál puede ser el mejor sistema y el mejor tipo de pienso en función del animal”. Para ello, tienen nutrólogos que les ayudan en cuanto al diseño de los piensos y al manejo del pienso.
También se ha contado en la mesa redonda, tras la cual se dio paso a las preguntas de los asistentes, con Joan Riera Prats, responsable técnico de vacuno de carne de Trau y Nanta, quien se ha centrado en los retos de nutrición en vacuno de carne para los próximos años, que desde su punto de vista se dividen en dos líneas importantes.
Por una parte, una línea de trabajo va a estar en racionar cada vez más, ajustando las necesidades exactas o las mejores medidas para los cebos de terneros, principalmente con precursores de enzimas, los aceites esenciales, “hemos de empezar a pensar en trabajar en aminoácidos, cosa que hay en otras especies, por ejemplo, tanto en monogástrico como en vacas de leche ya se está haciendo”. Y por otro lado, está la sostenibilidad, todo el tema de residuos de nitrógeno, metano y también en un futuro, relativamente cercano, buscar productos alternativos, que vendrán de la industria.
“Yo creo que en un futuro los cereales van a querer destinarse a la alimentación humana; por lo tanto, a nivel legal nos irán poniendo unas ciertas cuotas, pero eso es una opinión personal. Aquí se nos abre una oportunidad mucho mayor en rumiantes que en monogástricos, porque en monogástricos sí que depende del cereal y hay pocas alternativas; en rumiantes tenemos otras alternativas y en principio por un estudio que hay en la OMS, de todo el alimento que manipulamos para la alimentación humana, aproximadamente producimos un 40-45% de residuos que no son aptos para el consumo humano, pero que sí pueden ser aprovechables en el tema de los rumiantes, y aquí se nos abre también un camino muy alto”, ha asegurado.
En definitiva, Riera ha hablado de dos líneas: por un lado sería aumentar eficiencia, velocidad de crecimiento, calidad al mínimo costo posible; y por otro lado, temas de sostenibilidad, de metano, nitrógeno, en lo que ya se ha trabajado mucho y se sigue trabajando, “yo creo que esas son las dos líneas en las que temas de I + D van a ir trabajando en los próximos 5-10 años”.
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