Campo
Carnero a la CHD: “Los ciudadanos no pueden estar al servicio del agua”
El consejero insiste en más regadío y capacidad de regulación de la Cuenca y critica la utilización “limitativa cuando no prohibitiva” de las aguas subterráneas en el nuevo Plan Hidrológico del Duero
“Los ciudadanos no pueden estar al servicio del aguasino que esta ha de estar al servicio de las personas y de la agricultura”. Son palabras del consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, esta viernes tras participar en la inauguración del I Congreso de Regadíos de Aguas Subterráneas, donde ha pedido a la Confederación Hidrográfica del Duero y a su presidenta, Cristina Danés, que incremente el regadío y la capacidad de regulación de las aguas superficiales y subterráneas ante el nuevo Plan Hidrológico del Duero.
El consejero advertía de que el campo se encuentra “en un momento delicado y complejo” por la conformación del nuevo Plan Hidrológico del Duero, dado que el borrador del mismo “no atiende las demandas de Castilla y León de manera suficiente”.
“Se trata de un Plan que no mira de manera adecuada la capacidad de regulación de la cuenca cuando Castilla y León cuenta con un nueve por ciento menos de superficie en regadío que la media nacional, lo que permite poder ampliar esa capacidad”, se quejaba.
Por este motivo, el consejero recordaba Junta ha demandado a la CHD que aparezca y se ejecute de forma más rápida todo lo que acontece con la capacidad de regulación del Órbigo y del Carrión, así como que aparezca “porque no existe” la cuenca hidrográfica del Cega, la presa de Santa Teresa en la provincia de Salamanca y las balsas de Tordesillas.
“Nuestra Comunidad tiene margen de recorrido para incrementar el regadío y la capacidad de regulación”, insistía Carnero, en declaraciones recogidas por Ical, mientras apuntaba que esta situación afecta a las aguas subterráneas que suponen “un 30 por ciento de lo que se está regando en Castilla y León” pero que cuentan, según el borrador del nuevo Plan Hidrológico “con una utilización limitativa cuando no prohibitiva”. Algo que, en opinión de Carnero,tiene que aparecer de manera reguladora de esas aguas.
El consejero aseguraba que la mejor manera de usar las aguas subterráneas es a través de la aparición en el Plan de la cuenca del Cega, la presa de Santa Teresa y las balsas de Tordesillas, infraestructuras “básicas” que permitan tener agua a lo largo de toda la temporada para que los agricultores puedan ejercer su actividad.
Por ello, Carnero explicaba que la solución no pasa solo por incrementar la actividad en 7.000 hectáreas sobre el documento actual de nuevos regadíos, como pide la Junta, sino también porque el Plan contenga un buen complemento en la capacidad de regulación y en la sostenibilidad que se tiene que dar en la utilización de las aguas subterráneas a través de las Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUAS).
Pese a todo, señalaba que la Junta ha “tendido la mano” a la CHD para ir de la mano en el nuevo Plan, si bien esta última aún no ha atendido sus alegaciones. “Hasta que no acaba un proceso, no pierdo la esperanza de que impere el sentido común”, decía Carnero.
Alegaciones de CUAS y Diputación
En el mismo sentido se expresó el presidente de la Asociación de Aguas Subterráneas de Castilla y León, Armando Caballero, cuya asociación también ha presentado alegaciones al Plan como hará la Junta o como hizo la Diputación de Valladolid, aunque advertía de que hasta ahora no se les ha tenido en cuenta.
“Nos estamos organizando a través de las CUAS porque es la única modalidad o novedad que nos dejan para poder seguir rotando y trabajando en nuestras explotaciones”, decía Caballero, tras agradecer el apoyo de las administraciones regional y provincial para “poder seguir funcionando” dado que el agua es “el centro de nuestras explotaciones”.
La otra entidad que ha presentado alegaciones al Plan Hidrológico del Duero es la Diputación de Valladolid, cuyo presidente, Conrado Íscar, aseguraba que aunque no es de competencia provincial, se hace para “defender a la agricultura y la ganadería del ataque que están sufriendo en algo tan vital como el agua”.
Por ello, la Diputación constituyó un grupo de trabajo para hacer alegaciones con las que parar “un ataque más al mundo rural”, como definió el Plan Hidrológico, “en algo tan vital para la provincia de Valladolid y otras de la Comunidad como el agua para el sector primario”, elemento “fundamental para la supervivencia de nuestros pueblos”.
El alcalde de Tordesillas, Miguel Ángel Oliveira, como anfitrión del I Congreso de Aguas Subterráneas, pedía a la CHD que “escuche las demandas de nuestros agricultores”, dado que “no solo se puede escuchar a las grandes eléctricas y a los ecologistas” y el campo “vive y trabaja con el agua”, lo que exige “una regulación y no una limitación”.
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